La intolerancia a la lactosa y la alergia a la proteína de la leche de vaca son dos complicaciones digestivas que pueden darse en bebés y lactantes y que nada tienen que ver la una con la otra. Molestias digestivas e intestinales son algunos de los síntomas que deben ponerlos alerta sobre ellas. No confundirlas, afrontarlas correctamente y tener la información adecuada sobre la mejor alimentación del bebé, así como conocer si la lactancia materna y la alimentación de la madre deben verse afectadas, son algunos de los aspectos que preocupan a los padres en un primer momento.
Tratararán el asunto con familias de la asociación con una amplia experiencia en el tema e intentarán aportar luz, información actualizada y algunos consejos prácticos que faciliten la crianza de los niños con estos problemas, siempre desde la experiencia de otros padres y madres.
