En Octubre de 1998 nos levantamos con una noticia a la que no estábamos acostumbrados: ¡Un español en el Espacio! Siempre contemplábamos atónitos el mundo del espacio y las misiones espaciales tripuladas desde el otro lado del “charco”. De vez en cuando algún europeo se aventuraba en semejante empresa, pero ¿un español?
El ingeniero Pedro Duque comenzó como muchos, desde los puestos de becario en uno de los laboratorios de mecánica de vuelo de Ingeniería Aeronáutica y fue cuando comenzó a trabajar con órbitas de satélites y otros temas relacionados.
Un día, mientras trabajaba calculando las órbitas en el Centro de Control del Espacio de la ESA, le anunciaron que había sido seleccionado para ser astronauta. Cuando se le preguntó qué sensación siente un astronauta en estado de ingravidez, sorprendentemente nos contestó que “es una experiencia muy cómoda”. Pese a que algunos se marean, están desorientados o aturdidos, según él puede ser incluso divertido.
Sobre las pruebas a que eran sometidos en este apartado esperábamos que nos hablara de las famosas pruebas que realizan los astronautas como la centrifugadora, pero se centró más en aspectos médicos psicológicos, conocimientos, etc.
¿Qué hace un astronauta en la ISS en sus ratos libres?
Pues lo que haríamos todos, creo: fotografías de la Tierra, jugar con líquidos en estado de ingravidez, etc.
Quizás la respuesta más emotiva fue cuando le preguntamos ¿qué pensó cuando observó por primera vez la Tierra desde el Espacio?.
Lo primero que me vino a la mente fue todo el recorrido hasta llegar a ese momento. El sacrificio de más de diez años recompensado en una sola imagen: nuestro planeta.
Además de los trabajos habituales en una estación orbital como pueden ser los experimentos científicos, tecnológicos la vida en una nave habitada no difiere mucho de tierra firme. Un día cocinan, trabajos de fontaneros, electricista, otro día realizan la limpieza “doméstica”, mucho ejercicio… ¡imaginaros estar barriendo en estado de ingravidez!!
¿Cómo es la comida en el Espacio?
No se puede cocinar como hacemos en la Tierra. Pueden calentar latas, comida deshidratada en bolsas, de vez en cuando algo de fruta, tomates, pero poco más. Un detalle interesante es que no disponen de nevera.
¿Y el lavabo?
Tenemos que sustituir la gravedad por un aspirador que absorbe todo. Se recupera el agua de la orina y los restos se deshidratan, son introducidos en bolsas y se queman en la atmósfera una vez expulsados de la nave…esperemos que no nos caiga nunca nada encima.
¿Cómo duermen?
En sacos de dormir en una cabina de tamaño muy reducido con un portátil para poder hablar con la familia.
El momento que más miedo pasó fue, igual que nos explicó en una entrevista anterior el General Charlie Duke (10º hombre que pisó la Luna), el momento de la reentrada en la Atmósfera. "En la reentrada estás a merced de los elementos y no sabes al 100% como va a acabar todo".
Sin duda una entrevista maravillosa donde 5 chicos del Colegio San Pedro de Gavà han tenido el privilegio de poder charlar con el astronauta Pedro Duque, una experiencia que la podrían disfrutar alumnos de Valdepeñas…Ya sabéis donde estoy.
Jorge Onsulve
