Alrededor de 30 personas asistieron a esta actividad, guiada por la historiadora Gema Candelas, que mezcló los comentarios sobre la obra con una sesión de aromaterapia para conseguir así trabajar el sentido del olfato.
Candelas explicó que “Ofelia”, sin llegar a ser una instalación artística, está compuesta por una escultura de una mujer y un audiovisual, creada por un padre y su hijo, Antonio y Carlos Morlán, escultor y geógrafo respectivamente. Una prueba dijo de que “cuando hay dos artistas que trabajan juntos, sale una auténtica maravilla”.
Una enigmática escultura en la que los Morlán han tratado de llevar hasta el público el mito de Ofelia de Shakespeare, con un significado o una lectura doble, en la que “unos pueden pensar que está relajada y otros, que está muerta”.