En la misma, los asistentes pudieron disfrutar de una selecta cena servida en los Salones Nuevo Real acompañada por los caldos de las bodegas Marín Perona tras la que se dio paso a la parte artística.
Pedro Martínez “Chusca” fue el encargado de dar el pistoletazo de salida a la velada flamenca. El cantaor local dio muestras de sus cualidades artísticas en la milonga, granaína y media y fandangos que interpretó, exponiendo su gran fortaleza y dando muestras de sus avances vocales.
Juan Pinilla fue el siguiente en subir al escenario. El granadino es un cantaor singular, por sus conocimientos enciclopédicos, por su gracia e ingeniosos comentarios que hicieron vivir momentos realmente cómicos y, por supuesto, por su calidad artística. Pinilla comenzó cantando una zambra caracolera recordando a El Pele, para continuar con cantiñas, un repaso antológico a muchos de los cantes abandolaos existentes y granaína y media. Prosiguió por los cantes mineros justificando sus premios en La Unión (taranta, levantica y fandango minero) para finalizar su actuación con unos tanguillos cuyas letras bromeaban con algunos de los temas de candente actualidad y unos fandangos que concluyeron recordando a El Carbonerillo fuera de micrófono.
El momento cumbre de la noche llegó con la actuación de Manuela Cordero. Era la tercera vez que podíamos escuchar a Manuela en nuestra ciudad y fue el tercer triunfo absoluto de esta cantaora que se ha hecho un hueco en lugares de privilegio del escalafón flamenco. La gaditana comenzó cantando malagueñas de Gayarrito y La Trini rematadas por rondeña y tientos tangos. En las soleares Manuela Cordero se encuentra como pez en el agua y lleva el cante a su máxima expresión, como solo hacen los grandes. En este estilo vivimos los momentos más álgidos de la noche. La cantaora estaba pletórica y se terminó de desatar con las alegrías de su tierra y las bulerías recordando a La Perla que remató con la famosa copla “Madrina”. Un fandango de El Pichichi y unos tanguillos que aparecen en su último disco cerraron otra actuación formidable esta artista llamada a hacer grandes cosas en los próximos años.
Mención especial para Antonio Carrión que estuvo todavía más espectacular y profesional si cabe que nunca, acompañando a los tres cantaores de una forma fastuosa y recibiendo las ovaciones y jaleos del público durante las más de tres horas que duró su actuación. Sin lugar a dudas Antonio ya se ha ganado un lugar en la historia como uno de los mejores guitarristas de nuestro arte.
Sin lugar a dudas un la XIII Cena Flamenca supuso el cierre perfecto para un año 2012 pletórico en el que la Asociación Cultural Flamenca Virgen de la Cabeza nos ha ofrecido un calendario flamenco de excepción pese a la situación económica en la que nos encontramos habiendo pasado por Valdepeñas artistas de toda clase y condición desde figuras como Miguel Poveda, Julián Estrada o Miguel de Tena a jóvenes con la mayor de las proyecciones como Gema Jiménez o Richard Gutiérrez.
