Obras en distintos formatos, alguna realizada en la época primitivista del artista en 1984, como es la de “D. Quijote de la Mancha y su fiel servidor” en un tamaño grande, mientras el resto ejecutado en los últimos 20 años, con distinta temática, pero siempre castellano-manchega, que se centra en paisajes urbanos y campestres, perspectivas de edificios clásicos, casas encaladas, cuevas-bodegas, naturalezas muertas, encajeras haciendo bolillos, retratos de personajes de la Mancha o afincados en ella, herramientas en desuso, desnudos, lugares insólitos, edificios industriales, incluyendo autorretrato del autor y un largo etc.
Con un estilo propio que el artista ha madurado a través de los años y que se puede definir dentro del realismo, pero que algunas veces en diversas obras se acerca al hiperrealismo en los formatos grandes, en otras al impresionismo en los medianos y pequeños, incluso al expresionismo.
Una exposición que fue inaugurada el 31 de marzo en un marco incomparable como es el Monasterio de San Juan en Burgos, una joya del gótico. El edificio en principio fue construido en el año 1097 de estilo románico del que nada queda de él, después de un incendio en 1436, para edificarse después en ese mismo siglo en el estilo actual. El claustro tiene tres naves, crucero y capilla, mientras la cubierta está formada por arcos de ojiva y rica tracería, debida esta joya arquitectónica a Juan de Colonia.
Adentrándonos en la pintura de Enrique Pedrero, hay que decir, que se centra en lo cotidiano, en lo que está ahí presente, en la historia y en la actualidad de su tierra castellano-manchega, en la vida, en las personas, en su interior o en reflejar sus sentimientos de una forma filosófica por medio de esta expresión como es el pincel u otras herramientas, pero también en la estética expresiva, que relaja, que te atrae y te hace suyo para que la observes y deleites y que presenta siempre con una gama armónica de colores, grata a la vista, bonitos juegos de luz, serenidad, peso, dirección, estabilidad...
En la presentación estuvo presente aparte del artista, el Coordinador Cultural del Ayuntamiento de Burgos, Ignacio María González, varios artistas de la ciudad de Burgos, amigos del autor de la muestra, como los pintores José Antonio Marticorena, Gerardo Ibáñez, los escultores/as y pintores/as Ana Núñez, Francisco Ortega, Cristino Diez, entre otros y bastante público.
