De mayor quiero ser...

¡DE MAYOR QUIERO SER!… ¿Debemos apoyar a nuestros hijos?

Es muy habitual que los niños les cuenten a sus padres y entorno más cercano, que quieren ser cuando sean mayores, en muchas ocasiones, estos sueños son algo “locos” o difíciles de entender para los padres, ya que estos deseos se pueden basar en la fantástica imaginación de los niños y pueden ser poco realistas o no amoldarse  a los pensamientos o incluso, a los propios gustos de los padres.

En  muchas ocasiones los padres piensan que ese deseo de su hijo cambiará en el futuro,  pero… ¿y si no es así? ¿Y si ese es su verdadero sueño y no desiste de él?, aunque no te guste, ¿Lo apoyarías?

Como padres puede que penséis que es muy difícil que vuestro hijo llegue a ser deportista de élite, bailarín o bailarina o incluso cantante. Si tenéis un hijo con un sueño que no te parezca realista, es habitual pensar en hacerlo cambiar de rumbo a costa de lo que sea, al fin y al cabo queréis que  pueda conseguir grandes e importantes cosas en la vida, y tal vez, su sueño no lo ayude a eso.

Sin embargo, debéis entender que tu hijo probablemente piensa, siente y quiere algo diferente que tú, y que apoyarlo es lo que debéis hacer.

No importa lo loco o inalcanzable que sea el sueño de vuestro hijo, sus gustos y su personalidad se ven reflejados en él, ayudarlos a que cumplan sus sueños es más lógico que imponerse ante ellos.

Para ayudar a vuestro hijo a que cumpla sus sueños, es importante mantener una actitud positiva, aunque penséis que no es la mejor decisión, debéis mostradle que confiáis en él y en sus objetivos.

Ayudadlo a establecer metas, hacedle saber que con pequeños logros se llega a grandes éxitos.

Cada vez que consiga dar un pequeño paso hacia sus metas felicitadlo y decidle lo bien que hace las cosas, es importante recordadle que estas con él en eso y que te hace feliz lo que a él le haga feliz.

No podemos olvidar las obligaciones diarias, debemos ser realistas, ayúdalo a ser organizado, enseñadle a llevar una agenda con las obligaciones del día, de esa forma se acostumbrará a trabajar por su sueños diariamente sin dejar de lado las actividades con las que debe cumplir, como por ejemplo el colegio o las clases de deporte.

Finalmente, en algún momento puede que algo no salga como vuestro hijo deseaba, y debéis ayudarlo a estar preparado para ello. Enseñadle la importancia de levantarse después de caer y de aprender de esa caída, seguro siempre hay algo bueno tras un fracaso.

En el supuesto de que las cosas no sean como los niños esperaban debemos enseñarlos a tolerar su frustración.

Aprender a tolerar la frustración desde pequeños permite que los niños puedan enfrentarse de forma positiva a las distintas situaciones que se les presentarán en la vida.

La frustración es una vivencia emocional que se presenta cuando un deseo, un proyecto, una ilusión o una necesidad no se llega a satisfacer o a cumplir.

Tolerar la frustración significa ser capaz de afrontar los problemas y limitaciones que nos encontramos a lo largo de la vida, a pesar de las molestias o incomodidades que puedan causarnos. Por lo tanto, se trata de una actitud y, como tal, puede trabajarse y desarrollarse.