Los profesores del CEE “Mª Luisa Navarro Margati” nos cuentan que tras recibir la carta, “en seguida nos pusimos en marcha y nos pusimos a investigar qué había sucedido. Decidimos ir al Museo Municipal que era dónde había desaparecido el bodegón para tener más información. Allí nos recibió Gema, la guía del museo y nos contó que no encontraban el cuadro y no sabían qué habría pasado con él. Poco a poco nos fue presentando a Joaquín, Vicki, Mari Ángeles y Miguel, las personas que trabajan en el museo y que para nosotros eran sospechosos”.
En el Museo, buscaron el cuadro por todos los cuartos, subieron al taller de Miguel por si lo estaban restaurando, miraron en la bodega, revisaron las cerradoras, buscaron por el patio y en las cajas que había, observaron si había alguna ventana rota, si se podrían haber colado por la cubierta, preguntaron si habían grabado algo las cámaras de seguridad, si habían visto algún sospechoso, “pero no parecía que se lo pudieran haber llevado”, explican.
Luego fueron al Taller de Restauración en el que “por un momento, creímos que habíamos encontrado el cuadro, pero resultó ser otro cuadro que Miguel había restaurado del mismo autor”. Con toda la información, regresaron al colegio para seguir con la investigación y en Internet buscaron más cosas sobre el cuadro y en la biografía del autor. Además, se pusieron a pintar unos bodegones para sustituir mientras al que había desaparecido.
Con toda la información obtenida hemos planteado tres hipótesis, que el cuadro hubiese sido robado, que lo hubiesen escondido o que haya sido restaurado. “Y hemos llegado a la conclusión de que el cuadro ha sido escondido por los trabajadores del museo porque no nos dejaron ver almacén”.
Hasta el viernes 13 a las 18´00 en el Museo Municipal, no van a saber la verdad, pero creen que han acertado con su conclusión.
Sus bodegones y el material de su investigación van a estar expuestos en el Museo Municipal, para que todo el mundo pueda verlo.
