ESPECIAL NAVIDAD

Adiós 2015

Raíces y alas

Cerramos otro ciclo, otro año. Casi con la emoción o la pesadumbre de comenzar otro nuevo. Otro en el que poder ilusionarse, plantearse esas metas que no cuajaron en el que cerramos, para reconquistar territorios, cambiar cosas… Casi siempre acaba uno y nos centramos en todo lo que haremos en el próximo.

Pero en este cierre, me gustaría parar para pensar en lo que dejamos. En lo acontecido, en lo pasado. ¿Qué decisiones he tomado este año? ¿Cuáles he dejado de tomar? Reflexionar sobre lo obtenido, lo olvidado, lo encontrado. Parar y sentir. Dejarse estar y ver qué me pasa cuando recuerdo esto o aquello; lo que hice o deje de hacer. Lo que dije o lo que callé.

Porque solo mirando hacia atrás, podremos entender qué ocurre. Que nos mueve, qué nos conmueve y desde dónde actuamos. Dándonos permiso para sentir, para equivocarnos, para elegir.

A veces no damos importancia a las despedidas, pero éstas nos permiten prepararnos para lo nuevo. Decir adiós, dejar atrás, permite incorporar cosas nuevas, deshacerte de las viejas, y conservar aquello que no queremos perder, identificarlo y atesorarlo, reforzarlo.

Si nos damos un tiempo para cerrar, podremos estar abiertos a un nuevo año, un nuevo ciclo, una nueva oportunidad para nosotros mismos. Para ser.

Feliz fin de año.