Una caja azul con un lazo rojo impreso hace presagiar la sorpresa que contiene en su interior. Cuando la abrimos un sugerente humo nos avisa del regalo que le haremos a nuestro paladar en unos instantes.
Y es que esa es la veradera sorpresa soñada del Comendador: una pieza de solomillo acompañado de tres salsas, a la pimienta, al Pedro Ximénez y de pimiento amarillo, junto a una muselina de mahonesa. El toque decorativo lo aportan unas grosellas, almendra picada y un physalis, un llamativo fruto subtropical.
Esta tapa no se podrá degustar en fin de semana aunque sí en domingo por la tarde.
No le falta detalle a esta propuesta del Comendador que llega acompañada por un vino tinto crianza.
Encontraremos el restaurante Venta del Comendador de la Villa en la calle Bernardo de Balbuena, 2.