Capítulo LXXI. Luces de colores
En esta maravillosa sociedad, donde con menos y más valores dábamos comienzo a la fiesta de la alegría más importante del año y como no me apetece contar lo mismo de todos los años, os dejo esto lleno de amor para todos.
No te duermas hijo
Que están los pastores.
Ellos te traen quesos,
ellos te traen flores.
Hijo no te duermas,
que vienen los Magos.
Melchor, si le vieras,
los ojos muy largos,
Baltasar muy negros
y Gaspar muy claros.
Hijo no te duermas,
que nace mi llanto.
No cierres los ojos,
que te está mirando
un pastor sin madre
que vino descalzo,
a ofrecerte un cuenco.
Cuenco de sus manos,
lleno de azulinas
de las de tus campos.
Hijo, no te duermas,
que te están rezando
Con los ojos llenos de lágrimas, cortando la cebolla para hacer la comida, se me han pegado las lentejas, hoy toca macarrones.