jueves. 28.03.2024

El cambio de hora en primavera, en el que los relojes se adelantan una hora, hace que anochezca más tarde, nos hace tener la sensación de que los días son más largos y conlleva un ahorro notable de energía. Pero todo no son efectos positivos, ya que nuestra salud es la gran perjudicada.

Y es que, según diversos estudios, el cambio de hora en primavera, con el que perdemos una hora, tiene los mismos efectos en el organismo que el conocido como jet lag.

Todo ello se traduce en cambios de humor y de ánimo, malestar general e incluso trastornos digestivos. Dentro de estos síntomas, siempre hay personas que los notan más que otras y a los que el cambio de hora afecta más que a otros. Así, en algunos casos se puede llegar a tener dolor de cabeza, irritabilidad o dificultades para mantener la atención y concentración.

Las personas a las que más afecta el cambio de hora son aquellas que tienen problemas neurológicos.

Pero todos estos efectos negativos para la salud solamente duran entre tres o cuatro días, que es lo que tarda el cuerpo en adaptarse al nuevo horario.

Por eso, para tratar de mitigar estos efectos negativos, podemos seguir algunos consejos que harán que nos vayamos acostumbrando poco a poco a la nueva situación. Así, es positivo hacer ejercicio durante el fin de semana para aumentar el ritmo de trabajo del organismo. Igualmente, también ayuda madrugar un poco tanto el sábado como el domingo para que al cuerpo no le cueste tanto madrugar el lunes.

Pese a todo tendremos que ser positivos y mirar el lado bueno del cambio de horario. A partir de ahora los días serán más largos y tendremos más horas de luz y sol acostumbrando así a nuestro organismo ante la llegada del verano y el calor.

 

¿Cómo afecta el cambio de hora a nuestra salud?