jueves. 18.04.2024

Lleva 18 años en la Ciudad del Vino y vive con su marido y sus dos hijos. Al principio trabajó en la Universidad de Castilla-La Mancha pero después y como dice ella “decidí dedicarme a la maternidad consciente a tiempo completo”. advaldepeñas la ha entrevistado para conocer más de cerca el mundo del Yoga.

¿Por qué el mundo del Yoga?

Mi hermano que estudió Yoga en una escuela alemana, me enseñó esta filosofía de vida, cuando yo tenía 16 años. Me despertaba a las seis de la mañana para sentarnos a meditar frente a una vela, tapados con una manta. Desde entonces el Yoga ha estado en la esencia de mi vida. Hoy el Yoga es mi vida, mi mundo, es una forma de ver la vida y el mundo, que te hace sumergirte en ellos plenamente, conscientemente.

¿Por qué decides cambiar de vida y dedicarte a esto?

En estos tiempos, abandonar dos puestos de trabajo tan suculentos como los que yo tenía suena obsceno. Pero es muy importante escuchar a tu corazón y reconocer cuando tienes que cambiar tu rumbo. Todos tenemos una misión para esta vida y cuando no estás en el camino que te conduce a cumplirla no hay armonía en tu entorno. Recibes continuos mensajes que te indican que hay que cambiar, y hay que aprender a escucharlos. Yo sentía que mi camino estaba por otro lado. Ya llevaba mucho tiempo practicando Yoga y sentía que llegaba el momento de transmitir ese conocimiento.

¿Qué nos aporta el Yoga físicamente?

Físicamente el Yoga aporta tonificación y alargamiento, no sólo de la musculatura superficial, sino principalmente y ésta es la gran diferencia con la mayoría de las actividades físicas, de la musculatura profunda y estática. Los músculos que yerguen la columna vertebral no son los grandes músculos que mueven los huesos, sino los músculos pequeños y profundos, normalmente débiles y contracturados. Al mantener los músculos activados ya sea por tonificación o por estiramiento durante un largo tiempo, se activan directa o reflejamente todos los órganos y glándulas del cuerpo, mejorando el funcionamiento de todos los sistemas orgánicos. Además, el Yoga moviliza la energía que fluye por los meridianos y canales, algunos asociados a órganos o sistemas. La respiración mejora y con ella la oxigenación del cuerpo y toda la bioquímica del organismo.

¿Y mentalmente?

El Yoga desarrolla atención, concentración y claridad. La concentración es el paso previo de la meditación. Activa los sentidos externos, pero también los internos. La respiración dinámica y profunda y otras técnicas respiratorias activan los centros de la memoria y producen una emergencia del contenido del inconsciente, de forma que pueda ser procesado y sanado. Las posturas sobre la cabeza procuran al cerebro un aporte extra de oxígeno que estimula todas sus funciones. Desde la primera sesión de Yoga, el cuerpo empieza a segregar endorfinas, mejorando nuestro estado de ánimo. La medicina oficial ya ha dictaminado que la meditación es el mayor antidepresivo. El conflicto que supone una postura de Yoga, mantenido en calma respirando profundamente, nos predispone para afrontar de igual forma nuestros conflictos vitales y cotidianos.  Pero la mayor aportación del Yoga a la mente es que la sitúa en su sitio. Normalmente nos identificamos con la mente, creemos que nosotros somos nuestra mente. Pero ésta no es más que el instrumento a través del cual al alma percibe el mundo. A través de la meditación llegamos a esta constatación, a sentir y actuar desde el alma, controlando el instrumento que es la mente.

¿Se puede perder peso con el Yoga?

Si, y ganarlo también. El Yoga disminuye la ansiedad que se manifiesta en conflictos con la alimentación. Equilibra el sistema endocrino y activa el digestivo, donde otras veces está la raíz del sobrepeso. Nos hace tomar consciencia de cada acto que hacemos, por lo que empezamos a comer mejor y con mejores hábitos. Te sientes bien, y quieres mantener ese estado. La obsesión por la figura y el peso disminuye y empiezas a enviarle a tu cuerpo mensajes amorosos y optimistas, a los que nuestro cuerpo responde con belleza. El pensamiento crea nuestro mundo.

Hay quien piensa que el Yoga es sedentario

Las clases de Yoga no son la siesta que algunos imaginan. Trabajamos el cuerpo con intensidad. Le hacemos sudar, los retorcemos, estiramos, contraemos, apretamos y relajamos. Todo esto conforma el cuerpo haciéndolo más fuerte, flexible y ágil.

¿El Yoga debería ser una terapia que los médicos recetasen?

El Yoga no es una terapia. Si tú tienes una enfermedad, debes utilizar los medios adecuados para curarla. El Yoga es salud, aporta salud y por tanto debería se recetado por los médicos, sí. Todas nuestras enfermedades, cuando ya están manifestadas en el cuerpo físico llevan tiempo manifestándose en el plano emocional y en el anímico. Pero así como entendemos mejor los mensajes del cuerpo, no sabemos descifrar los mensajes de nuestro plano emocional. El Yoga te ayuda a conectar con otros planos que nos son el físico, te ayuda a entender que hay una Ley de causa y efecto, y a buscar el origen emocional y vital de nuestras dolencias. Por otra parte, el Yoga calma la ansiedad, mejora el estado general del cuerpo. Muchos médicos ya lo saben y recomiendan a sus pacientes que acudan a las clases de Yoga. Muchos de nuestros alumnos llegaron aquí a través de esta vía.

 

 

 

 

Arantxa Rodríguez: “Todos tenemos una misión para esta vida y cuando no la cumples, no...