Navidad 2018

Vinos La Encomienda: Recorrido por la evolución de una joven Bodega de ’vinos con historia’

En la foto, José, Gregorio y José Luis, cuando presentaron su vino blanco Himilce

En 2011, los hermanos Gregorio y José López de Lerma tuvieron un sueño, al que se unió José Luis del Olmo, y que hoy ya es una realidad: Vinos La Encomienda. Vinos de autor procedentes de una uva que se cultiva en una tierra con mucha historia. Fue en diciembre de 2015 cuando se presentaron sus primeros vinos en Valdepeñas, Orisson y Oretano, y este proyecto que, en tres años, ha sido capaz de conseguir distintos premios y medallas por sus vinos, hoy ya está consolidado. Con José y Gregorio hemos hablado de la evolución de La Encomienda y sus exquisitos vinos tintos e Himilce, su blanco cuyo nombre proviene de una princesa íbera.

¿Cómo ha cambiado el proyecto, desde 2015 hasta hoy?

José. Yo diría que está siendo un viaje apasionante, que nos permite hablar de una realidad ya existente, consolidada, que nos ha llevado a crear una marca importante, que tiene una historia con la que mucha gente se identifica. Este proyecto tiene un reporte emocional muy significativo, sobre todo, cuando te llaman de sitios como el Palace y te dicen que tienes que ir allí a presentar tus vinos. Todo está siendo muy emocionante y esto hace que estemos constantemente buscando fórmulas para seguir avanzando.

La experiencia también es importante y en vuestro caso la tenéis

Gregorio. Está claro que haber estado años representando al sector productor nos ha hecho adquirir mucha formación, ideas, conceptos sobre el vino y los consumidores de la zona de Valdepeñas y de cómo nos ven.  Lo que está claro es que se está produciendo un desarrollo muy importante a nivel de viticultura y de elaboración de vinos en toda la zona vitivinícola del país y no queríamos dejar pasar esa oportunidad con la explotación que tenemos y los conocimientos, además de la riqueza varietal, por lo que vimos que era una buena oportunidad intentar lanzar esta zona y colocarla donde merece.

¿Por qué no estáis en la D.O Valdepeñas?

Gregorio. Porque las variedades con las que elaboramos nuestros vinos no están acogidas al Pliego de Condiciones de la D.O Valdepeñas. Ya nos gustaría poder estar ahí, algunos luchamos por ello durante muchos años, nunca salió a la luz y nunca se aprobó.  De los que hoy están depende que el día de mañana pueda haber otras variedades de uva. Por ejemplo, nuestro vino blanco se elabora con uva Viognier, en el caso de Orisson, parte está elaborado con Graciano, también tenemos la Cabernet Franc, que tampoco está.

¿Dónde vendéis vuestros vinos y si habéis exportado?

José. Pues vendemos a nivel nacional y en julio tuvimos la satisfacción de exportar nuestros primeros vinos a Bélgica. Esperamos que esto sea recurrente y podamos seguir llevando nuestro vino, marca e historia al resto de Europa y del mundo.

También habéis ganado premios

José. Sí, pero yo creo que es la suerte del principiante y un sueño. Nos hemos presentado a concursos y hemos tenido la suerte de ganar y que nuestros vinos hayan sido reconocidos. Estos concursos son caros pero son un escaparate para dar visibilidad a nuestro producto.  Sabes que nuestro modelo se basa en premisas muy concretas que se elaboran con la filosofía de elaborar los mejores vinos de la zona, y no lo digo de forma pretenciosa sino con la más absoluta humildad, con el conocimiento real que tenemos tanto de nuestro trabajo como de la parcela donde se cultivan las uvas que dan origen a estos vinos. La producción de una cepa da lugar a una botella de vino, lo que representa unos costes muy elevados y producciones muy limitadas. Eso sí, nosotros somos y nos sentimos agricultores y ver como otras personas  que llevan muchos años en este sector, que tienen todo tipo de recursos, valoran tus vinos en lugares como el Hotel Palace o el Miguel Ángel de Madrid, en esos momentos nos sentimos “princesas por un día”.

¿Cuántas medallas o premios lleváis?

Gregorio. Orisson 2014 fue medalla Gran Oro, Oretano de 2014 medalla de Plata. De 2017,  Himilce, Oretano Roble y Orisson obtuvieron medalla de Oro, este último también obtuvo hace poco medalla de Plata en el concurso de Vinos Supremos. Todo el que entiende de vinos sabe que la tecnología y el conocimiento son comunes, pero que lo que marca la diferencia es la materia prima y hacemos mucho hincapié en eso. Tenemos los mimbres para elaborar  productos que se salgan de lo típico de la zona y es por lo que estamos apostando; buscar la calidad y la singularidad en el viñedo, elementos diferenciadores, e intentar intervenir lo mínimo posible en el vino y dejar que la naturaleza se exprese, que el vino refleje el entorno donde se cultivan las uvas, ese suelo volcánico, ese bosque Mediterráneo. A veces, uno tienen que intentar interpretar como va a evolucionar el viñedo, tú no puedes controlar la climatología. Nuestra seña de identidad o ventaja competitiva está ahí, no queremos imitar a nadie, queremos tener personalidad propia.

Hacéis actividades de Enoturismo ¿Habladnos de ello?

José. Pues la verdad es que hasta ahora siempre que hacemos una actividad de Enoturismo se nos llena. Ten en cuenta que el consumidor cada vez es más entendido y quiere conocer quién está detrás del producto, como y donde se elabora, de donde viene, en definitiva, saber su origen. El viñedo de donde salen nuestros vinos es un “templo vitícola” y eso es una realidad. Desde el punto de vista enológico es el sueño de cualquier Enólogo, porque tiene todos los requisitos para elaborar vinos de calidad, está en un enclave mágico, con unas características y condiciones atípicas y cuando uno va allí y lo contempla entiende el porqué de nuestros vinos. Es una línea que hay que desarrollar entre todos, porque reporta que la gente venga a Valdepeñas y conozca esta ciudad: su cultura, su gastronomía y sus vinos.

¿En qué consisten estas actividades?

Gregorio. Pues visitamos el terreno, explicamos sus características, nuestra historia, hacemos un almuerzo típico, además de probar los vinos, y todo ello en un enclave mágico, íbero.

José. Nuestro proyecto es íbero y cuando estás allí tienes la sensación de estar en un lugar telúrico, donde hay un bosque sagrado, que sería así para los íberos. Es una oferta muy atractiva por la que estamos apostando y que cada vez crece más.

Himilce ha sido vuestro primer vino blanco ¿Qué tal la experiencia?

Gregorio. Fue un proyecto que se elaboró en 2017 y que salió al mercado en junio de 2018 con una tirada de 1.750 botellas que ya se han agotado, un éxito total.

José. Se llama Himilce porque buscamos nombres que se identificara con algo íbero y por descarte encontramos este nombre que perteneció a una princesa íbera de la ciudad de Cástulo, que se casó con Aníbal Barca, hijo éste de Amílcar Barca, quien fue derrotado en la batalla de Helike por nuestro Rey Orisson.

Vinos La Encomienda tiene una filosofía creada a partir de un proyecto real, de una historia ligada a lo íbero, al Yacimiento Arqueológico del Cerro de las Cabezas, nombres con mucha fuerza: Orisson, Oretano, Himilce. Saborearlos es degustar la historia de nuestra tierra, la misma que habitaron quienes llevan esos nombres y que fueron nuestros antepasados.

La Encomienda está en Valdepeñas, su web es: http://www.vinoslaencomienda.com/ y su teléfono: 660 421 553

(En la foto de abajo, Gregorio López de Lerma con el actual Ministro de Agricultura, Luis Planas, que recientemente visitaba la Cooperativa Colival en Valdepeñas)