sábado. 20.04.2024

Es un día especial. Todas las miradas se centran en los novios, principalmente si el traje es blanco. La revista comienza por los zapatos, la cintura, las muñecas, el cuello... Y aquí es donde empieza el verdadero calvario para muchas novias. Brillos en la cara, un maquillaje recargado o casi invisible, un bronceado demasiado fuerte o una blancura absoluta en la piel.

Por no hablar del peinado. Recogidos imposibles, caracoles que caen sobre la frente o flequillos que apenas dejan ver los ojos emocionados de la novia. 

Elegir el peinado perfecto y el maquillaje adecuado para el día más importante de tu vida es una tarea importantísima para llegar confiada y tranquila al altar. Por esta razón, no hay que apresurarse a la hora de seleccionar el modelo definitivo que luciremos en nuestra cabellera.

Aunque el peinado más habitual en las novias es un recogido, cada vez hay más posibilidades de sorprender con las últimas creaciones y modas, no es la única opción. Para aquellas novias que no se vayan a sentir del todo cómodas con esta elección, o simplemente que no estén acostumbradas a recogerse el pelo en su vida cotidiana, será preferible elegir una bonita cabellera suelta que puede ir sujeta con alguna diadema, complementos como flores naturales de pequeño tamaño, o un semirrecogido.

No todas las facciones de la cara asimilan igual un pelo estirado para atrás en el que luzcamos la faz en todo su esplendor. Pequeños defectos como unas orejas un poco despegadas o una cara ancha pueden disimularse en ese día tan especial con un peinado adecuado. Ante todo, previamente a la elección del definitivo, podemos dejarnos guiar por los consejos y comentarios del peluquero o estilista que vaya a peinarnos el día señalado. Los profesionales saben algunos trucos que podemos aprovechar para lucir nuestro cabello adecuadamente sin parecer demasiado artificial. Ese es precisamente el secreto para cualquier novia: que no parezca que estamos invitadas  a una selecta fiesta de disfraces.

Sea cual sea el peinado definitivo, es recomendable hacerse las correspondientes pruebas dos meses antes de la boda. No obstante, deberemos tener siempre en cuenta las características del vestido, como el color, el corte, el tipo de escote, además de los complementos de joyas que vayamos a lucir. Por ello, en cuanto tengamos la posibilidad de probarnos el vestido, deberemos hacerlo con el peinado elegido para cerciorarnos de que 'casan' a la perfección.

No a un nuevo look

Éste no es el momento para probar un nuevo look y sorprender a todos -para mal, claro-. Deja ese color nuevo que pensabas darle a tu cabello para otra ocasión, ya que lo más importante es que no pierdas tu esencia en ese día en que serás el centro de todas las miradas. Eso sí, si llevas mechas, siempre vendrá bien fijarlas una semana antes de la ceremonia. Los colores naturales, acorde con nuestro tono de piel y el color del vestido, no convertirán la parte superior de nuestro cuerpo en un foco de atención.

Olvídate de colores innovadores, fuertes o mechas muy anchas. Los cambios radicales de imagen pueden realizarse en cualquier otra ocasión.

Aunque suene a pasar por un mecánico, las novias deben realizar una puesta a punto los días previos a la ceremonia. Una limpieza e hidratación profunda del cutis debe realizarse al menos cinco días antes. Manos, cuello y piernas pueden ser exfoliados cuidadosamente para eliminar las células muertas. Después de este requisito imprescindible para sentir nuestra piel limpia, un masaje con aceites esenciales y tónicos dejarán la piel muy sedosa.

Cuidado intensivo

La depilación también debe realizarse días antes, para evitar los antiestéticos granitos que suelen aparecer en ocasiones. Las cejas pueden depilarse el día anterior, teniendo en cuenta la importancia que tienen en la expresión de la mirada.

En cuanto a las manos, se convertirán en un foco de atención durante la ceremonia nupcial, ya que será donde se luzca el anillo de casada. Es recomendable una manicura e hidratación la semana anterior a la boda. Si la opción son las uñas de porcelana, deberán tener cuidado de que la fijación sea correcta, para no tener que lamentar perder alguna al partir el pastel.

La sonrisa también será el centro de atención, por lo que es una buena idea aplicar un dentífrico blanqueador al menos durante el mes previo a la boda. Otra opción es realizarse un tratamiento de blanqueamiento dental en el odontólogo.

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