miércoles. 17.04.2024
Ocio

La canción del verano: ¿temazo o tortura estival?

La canción del verano en esta época es como los villancicos y la Navidad: inseparables. Cada año “sufrimos” el tema de moda cada vez que entramos en un comercio de moda, vamos a la piscina, o salimos a tomar algo a cualquier zona de copas. En verano se elige una canción que es escuchada hasta la saciedad a través de las radios, reproductores mp3 y dj´s que, al principio, la ponen con entusiasmo y, después de unas cuantas semanas, se vuelve una pesadilla.

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El fenómeno del verano de este año llegaba “Despacito”, y así será su marcha: acumula ya meses en listas de éxitos, más de dos mil millones y medio de visualizaciones en su canal de youtube (difíciles de contar), numerosas versiones y cientos de memes que nos divierten cada día.

Luis Fonsi, seguramente, no fue capaz de predecir el éxito que tendría con esta canción, como tampoco lo fueron en 1939 Estrellita Casto con “La morena de mi copla” (que aún suena en las mejores verbenas) o en 1945 con “Mi jaca”. El pasodoble de “Francisco Alegre” de Juanita Reina cumplirá el próximo año 70 veranos, 9 más de los que tiene “Campanera” de Joselito y Estrellita de Palma.

Si algo está claro es que la canción del verano es un síntoma que se padece todos los años, y que siempre ha sido la excusa perfecta para sacar a bailar a la pareja o a esa persona que se quiere conquistar. El pasadoble acompañaba a bailar “agarrao”, pero Coyote Dax lo puso más difícil con sus pasos de baile, por no hablar de los movimientos imposibles del “Hips don´t lie” de Shakira. Pero, por si no sabíamos bailar, el “Baile del Chiki Chiki” nos daba las instrucciones para hacerlo correctamente y algunos jugadores de fútbol nos ayudaron con la canción de Michel Teló “Ai se eu te pego”; y ¿quién no se sabe los pasos del baile de la “Macarena”? ¿o deberíamos preguntar quién se los sabe correctamente? Porque no hay boda, bautizo o comunión en la que no exista una descoordinación total entre los que se animan a reproducir el mítico baile.

Otras canciones nos han llevado a la playa (sin “olvidarnos la toalla”), como “Un rayo de sol” de Los Diablos o “Vacaciones de verano” de Formula Quinta, nos han dado “La Felicidad”, nos han hecho cruzar por “El puente” desde Valencia hasta Mallorca o nos han presentado a “La Ramona”, “Maria Isabel”, “Eva María” o más recientemente a “María” y “Salomé”; y es que las canciones de verano han llevado en muchas ocasiones nombre de mujer, y otras, nombres imposibles de pronunciar por primera vez: ¿quién supo decir a la primera aquello de “Saturday Night” en 1993 o cantar el estribillo completo del “Aserejé” en 2002?

¡Qué sería del verano sin estas canciones! Una “barbacoa” no sería lo mismo sin Georgie Dann, sin “Mayonesa” o acompañado del “arroz con bacalao” del “Sarandonga” de Lolita.

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En fin, no queremos alargar más “La tortura” de la canción del verano, que para eso ya tuvimos a Alejandro Sanz y Shakira, pero no os olvidéis que una vez pasados los síntomas de este año, aunque pidamos “Que la detengan”, la canción del verano nos hará bailar de nuevo en 2018. ¡Es una “Obsesión que nos “Devuelve la vida” como una “Bomba” cada verano!

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La canción del verano: ¿temazo o tortura estival?