jueves. 25.04.2024

El mes de agosto podríamos decir que es el mes de la felicidad, pues la gran mayoría de los mortales eligen este mes tan caluroso para disfrutar de sus ansiadas vacaciones. Pero además de ser el mes elegido para dar rienda suelta a nuestro tiempo libre, al descanso, al disfrute vacacional, es el mes de las fiestas de los pueblos.

Agosto y las fiestas de los pueblos vienen a ser como el vino y una buena tapa, como un café y una buena compañía. Podríamos decir que agosto es el mes de todos los santos, pues no hay pueblo en España que se precie que no celebre en estos días o sus fiestas patronales o sus ferias y fiestas. Y luego está Valdepeñas,  que con el mes de agosto no tenemos suficiente y, tras celebrar nuestras ferias y fiestas, en septiembre celebramos nuestras fiestas patronales, conocidas como las Fiestas del Vino y declaradas de Interés Turístico Nacional.  

En las fiestas de los pueblos cabemos todos, los que están, los que vuelven, los que no han podido irse a la playa y han optado por pasar las vacaciones en el pueblo,  los religiosos y hasta los ateos, que durante todo el año han vivido al margen de la Iglesia y que por estas fechas, y para poner su granito de arena, se olvidan de todo y celebran con fervor estas fiestas patronales. Y es que en España nos gusta mucho la juerga, la terracita, el tapeo, el ir de cañas, y en Valdepeñas de vinos, pero si hay algo que nos vuelve locos y más en verano, ese algo es la Verbena.

agosto fiestero 2 (Copiar)

Y qué es lo que no puede faltar en cualquier verbena  o feria, como es el caso de Valdepeñas, para que ésta sea todo un éxito. Pues no puede faltar la fritanga, el chorizo, los bocadillos que reaniman a un muerto, y, cómo no, los churros. La muñeca chochona siempre ha sido una de las protagonistas indiscutibles de estas fiestas, aunque dicen por ahí que está de capa caída. Los caballitos, la noria, el tren de la bruja, el algodón de azúcar, la canción del verano y la de los últimos veinte,  y las colas para comprar los tickets, que nada tienen que ver con las interminables de los aseos...

Agosto y las fiestas se convierten en el pretexto perfecto para comer, beber, bailar, reír, reencontrarse con quien se quiere  y,  en muchas ocasiones, con quien no...Pero ese ya es otro tema.

Disfrutemos del mes de agosto, ya sea a pie de playa, en nuestro destino favorito o dejándonos llevar por el encanto de las noches de verbena y ferias. Qué importa el lugar, y qué vistas tengamos, desgastemos adrenalina, no escatimemos en risas, buen humor y buena compañía, porque, entre nosotros, el mes de agosto, dura lo que dura. 

El mes de agosto, el más fiestero del calendario y en Valdepeñas también