Español, sí. De ese país al que desprecia e insulta a la menor ocasión amparado en unos jueces que priman su libertad de insultar frente al sentimiento del insultado. Español, sí. De ese país que permite que atente contra la religión de muchos de nosotros sabiendo que esa religión preferirá poner la otra mejilla antes que decretar que se le dé caza y captura, como harían otras religiones a las que no se atreve a ofender.
Pero luego me lo he pensado mejor. ¿Por qué he de callarme ante sus palabras? No pretendo responder a sus ofensas con ofensas, ni a sus insultos con insultos. Eso ya lo han hecho otros y, sinceramente, no creo que sirva de mucho. Seguirá usted soltando cosas parecidas a la menor ocasión porque está en su naturaleza. Y es inútil querer cambiarle, como es inútil pretender que los virus no nos infecten intentando convencerles de que no lo hagan.
Lo que yo quiero es que entienda que muchos amamos España con la misma fuerza que usted la odia.
Lo que yo quiero es que entienda que muchos creemos en Dios con la misma fuerza que usted lo niega.
Lo que yo quiero es que entienda que no todos somos como usted.
No le quiero decir con esto que seamos mejores, sólo que seguimos nuestro camino apoyados en nuestras creencias y tratando de ser buenas personas. Respetando a los que no piensan como nosotros. Sin insultar al que profesa otra fe porque para él será verdadera. Sin despreciar al que ama otra patria, o no ama a ninguna, porque su sentimiento es tan verdadero como el que nosotros sentimos por la nuestra. Sin ofender al que celebra su fiesta porque para él será motivo de alegría, y preferimos alegrarnos con él que pensar que está equivocado.
"Saber hablar no te convierte en inteligente". Esta frase de la película 'La amenaza fantasma' debe ser recordada para afrontar a todos aquellos que, como usted, prefieren el enfrentamiento a la concordia, el odio a la tolerancia, empequeñecerse a engrandecerse. Aunque quizá debamos recordar una frase de Schiller cuando suelte usted el siguiente exabrupto: "Contra la estupidez, los propios dioses luchan en vano". Nosotros seguiremos mientras tanto con nuestras vidas intentando ser mejores día a día. No sé lo que intentará usted, pero le aseguro que para mí y personas como yo nuestra existencia será más gratificante de lo que la suya podrá ser jamás.
Reciba un saludo.
