jueves. 28.03.2024

Prólogo: Existe censura en Manzanares. Le pese a quien le pese, es así. Lo peor es que a quien más dice pesarle es quien más la ejerce.

Episodio I. Censura mediática. El Ayuntamiento de Manzanares no ha publicado ni una sola nota de prensa o comunicado emanado de un grupo municipal distinto al suyo. Revisen la web municipal y compruébenlo. Una web que ha de servir al municipio y, por ende, a los grupos municipales elegidos democráticamente, solo da cabida a las noticias del único grupo municipal que parece existir a los ojos de los censuradores.

Episodio II. Censura social. Es habitual que el equipo de gobierno “olvide” comunicar a los grupos de la oposición la agenda de actos institucionales, con el fin de censurar su presencia en dichos actos. La adicción al protagonismo del equipo de gobierno es tal, que censura de manera ordenada y orquestada la presencia del resto de grupos municipales en los actos institucionales. En el mejor de los casos los grupos municipales se enteran de oídas de los actos que el equipo de gobierno organiza bajo el sello del Ayuntamiento

Episodio IV. Censura al pueblo. Cuando se ha de recurrir al Defensor del Pueblo para que los ciudadanos puedan ejercer sus derechos, es porque sin duda alguna, se está censurando al pueblo. Cuando a la propia oficina del Defensor del Pueblo se les niega incluso la contestación a sus requerimientos, se está censurando al pueblo. El equipo de gobierno de Manzanares ha sido requerido por la oficina del Defensor del Pueblo, en más de una ocasión y hasta por vía de urgencia, a que explique porque no ha cumplido la ley que garantiza el derecho que tienen los ciudadanos a conocer, mediante la Cuanta General, dónde va el dinero de sus impuestos.

Éxodo. Así, de la censura mediática, se pasó a la censura social y se acabó censurando al pueblo. Aquellos quienes se crean con el poder de censurar y salir impunes, se creerán también con el poder de cercenar nuestros derechos y salir impunes.

Censura. Artículo de opinión a modo de tragedia griega