viernes. 29.03.2024
OPINIÓN

Controvertidas propuestas sobre el “botellón”

No sólo en Valdepeñas reaparece un tema que va más allá de la reciente  propuesta de UPyD… y que es evidente no se  solucionan con “regulación de comportamientos”. Pues el debate es tan común en nuestro entorno que llega a rebasar nuestras fronteras… ¿ocio o problema social? 

Cuando se abusa del alcohol el botellón se convierte en un problema social  porque se bebe inadecuadamente., y lo que pudiera ser una legítima forma de reunirse los amigos en la calle, práctica muy extendida en nuestra cultura mediterránea, lo que pudiera ser tolerado, pasa a convertirse en expresión degenerada de una enfermedad social que se debiera combatir desde la escuela.

Bajo el criterio médico los niños desde los 13 ya comienzan con el consumo del alcohol, dañando con gravedad su organismo.

La experiencia ha demostrado que las legislaciones restrictivas o el “afán regulatorio de comportamientos” no resuelven el problema.

En España hay muchas regiones que son “patria” de importantes denominaciones de origen con grandes producciones, y por lo tanto trascendencia económica y número elevado de trabajadores en el sector.

Es una realidad  que muchas personas de nuestro entorno, desde pequeños han consumido bebidas alcohólicas con afectación inclusive en el número de enfermedades crónicas.

Hay que formar a las personas desde su estancia en la escuela, educando sobre las consecuencias que generan ciertas prácticas por el uso de la bebida como droga barata.

Conseguir que los jóvenes no asistan al “botellón” si hay alcohol es un reto, pero la solución debe ser educativa para los más jóvenes  y formativa en los adultos.

Creo que no se debe tratar de buscar responsables en algo que está íntimamente relacionado con nuestra cultura y hay que formar a los jóvenes con valores importantes que les ayuden a convivir con el alcohol.

Un Presidente de Alcohólicos Rehabilitados nos dice que “el botellón para la sociedad supone un fracaso, y cuando se sale a consumir de forma abusiva, es que está fallando el sistema”.

Iniciativas publicitarias tan simpáticas como “limón y nada” nos lleva a valorar otros tiempos en los que los niños nos divertíamos con cosas tan simples como una caja, una piedra o un palo, contra la realidad que vivimos donde solo hay diversión cuando hay consumo, en un juego peligroso que nos anula como personas libres, llevándonos a consumir ciertas drogas (el alcohol lo es)  para desinhibirnos y “hacer algo”.

Creo más en otro tipo de propuesta menos reglamentista y más comprometida con la creación de pautas  sociales…

Más práctica deportiva, campañas coordinadas de prevención, cuidado con mensajes “subliminales” consumistas de alcohol, educación para la salud, evitando la hipocresía social “de que no ver el problema quiere decir que este no exista”. 

Controvertidas propuestas sobre el “botellón”