jueves. 28.03.2024
OPINIóN

En España, ¿Queremos otra Guerra Civil en el siglo XXI?

Parece mentira que con lo que han cambiado los tiempos, que teniendo “memoria histórica”, que habiendo un pueblo culto y formado, no como en el 36, sigamos pidiendo “guerra” solo por la ambición de unos políticos de izquierdas radicales que parece que han perdido el norte: la creación de un nuevo Frente Popular (hoy llamado Unidad Popular, que viene a ser lo mismo) que nos puede llevar a un enfrentamiento brutal en el siglo XXI, por el capricho de unos pocos de ir “contra todo".

Flag of Spain

La Historia está para no cometer los mismos errores que un buen día cometieron nuestros antepasados y que desembocó en una guerra civil en el 36, tras la creación de un “Frente Popular”, que fracasó y que después nos llevó a que durante 40 años España viviera en una dictadura, que al igual que todas, nos dejó muy tocados, excluidos del mundo y sin derechos.

Hoy España es un país libre, con derechos y libertades, con sus cosas buenas y malas, pero eso sí, libre. Podemos hablar sin que nadie nos ponga una mordaza, los políticos de distinto color pueden decirse libremente lo que quieran en el Congreso, les puede sentar mejor o peor, pero nadie mete a nadie en la cárcel por decirle al otro “que mal lo estás haciendo”. Votamos con libertad en las elecciones y ahí es donde el pueblo tiene el poder de elegir lo que quiera, hay transparencia en las urnas, el que gana lo hace porque así lo ha decidido el pueblo, no porque se han amañado votos o simplemente porque no hay elecciones y el poder lo tiene de por vida un solo dictador.

Un gran poder conlleva una gran responsabilidad y en España parece que esta se ha perdido.  Por un lado, la izquierda radical queriendo crear un frente o “unidad popular” que está abocado al fracaso, como así lo demuestra la historia, pero eso sí llevándose en el camino muchas cosas buenas y dejando secuelas y daños colaterales insalvables. Por otro lado, comunidades autónomas pidiendo la independencia porque unos cuantos políticos se han encaprichado en llevar a la deriva a su propio pueblo, o políticos que quieren su minuto de gloria en las redes sociales “lanzando bombas a todo aquello que no les gusta”, o aquellos que se ríen de víctimas del terrorismo, o los que quieren amordazar a la prensa creando una costosa página web para desmentir lo que sí han dicho, pero que no quieren que la gente sepa a través de los medios de comunicación, o aquellos que critican los gastos inútiles que hacen otros y que luego ellos se quieren gastar más de 6 millones de euros en cambiar el nombre a calles de Madrid. ¿Pero es que hemos perdido el norte? ¿Nos hemos vuelto todos locos?.

La política no es un juego, es algo muy serio que no se debe radicalizar. Pero lo peor es como estos que se creen "salvadores de la patria" en sus discursos radicales no hablan de como crear trabajo para todos, de bienestar, de derechos y libertades, no tienen un proyecto de futuro para el pueblo, no nos cuentan que harán si ganan las elecciones de noviembre, no tienen contenido, son mensajes huecos, como el de acabar con los desahucios para ganar unas elecciones y luego ser ellos los que desahucian, los que apoyan a los terroristas con sus mensajes de "no deben estar en la cárcel". Hablan de lucha, pero no trabajando por el bien común, sino de lucha de palos, de guerrillas, de enfrentamientos unos con otros, que solo les falta decir aquello de "a las barricadas". Quieren hundir el capitalismo, en el que se incluyen las grandes empresas que dan trabajo a miles de personas en todo el mundo y en nuestro país también.

Pero si es lo que quieren, que nos expliquen de qué vamos a vivir ¿del Estado?, de las migajas que ellos nos den como ocurre en otros países con gobiernos radicalizados. Hablan de ayudas sociales, pero cuando el propio Estado no tenga dinero porque las empresas se han largado y no hay trabajo para nadie, y los trabajadores no tengamos con qué pagar impuestos para esas ayudas ¿como sacará adelante, ese gobierno de Frente Popular, lo social?, con sacos de patatas y cartillas de racionamiento. Pero cuidado, que esto no lo digo yo, lo dice la Historia.

Una cosa es la libertad y otra el libertinaje, y en esto último es en lo que se ha convertido nuestro país con tanto radical que no trae “nada nuevo” y que su único objetivo es “joder a España”. Más leer la historia y menos verborrea idealista sin contenido o payasos de circo por un minuto de gloria, que esto es muy serio. Miedo me da noviembre, como los españoles olvidemos la Historia.

En España, ¿Queremos otra Guerra Civil en el siglo XXI?