Y apuesta por una salida negociada hacia un cambio de emplazamiento por ser una actividad catalogada de molesta, insalubre, nociva y peligrosa.
La estación expendedora quedaría situada en la calle Cruces de Valdepeñas, a unos 300 metros de otra gasolinera, a 50 metros del colegio público Jesús Baeza, pegada a viviendas habitadas y en una de las vías principales de Valdepeñas con gran circulación de tráfico.
Las actividades comunes de un área de servicio de estas características comporta la recepción, recarga, depósito y repostaje de combustible. El derrame de hibrocarburos, la emisión de vapores formados por compuestos orgánicos volátiles o COVs (como el tolueno y el benceno, en extremo cancerígenos), las emisiones de monóxido de carbono y del resto de substancias aromáticas de los tubos de escape, los malos olores y los niveles altos de ruido infieren situaciones objetivas de peligro, junto a la pérdida de calidad de vida de las vecinas y vecinos, a tener en cuenta a la hora de validar la licencia municipal. La infiltración al subsuelo, la contaminación del acuífero, la pérdida de calidad del aire, o la probabilidad de explosión (como nos recuerdan recientes episodios acaecidos en Membrilla y en la toledana Cedillo del Condado) no admiten duda. Por lo que desde IU creemos que no procede la concesión de este servicio dentro de la población y es el Ayuntamiento de Valdepeñas quien puede y debe impedirlo.
Desde IU también creemos que la tramitación administrativa del expediente ha podido incurrir en irregularidades. Ni el promotor presentó alternativas de emplazamiento (hasta donde conocemos) ni el Ayuntamiento está obrando diligentemente en la contemplación de requisitos legales que regulan una actividad clasificada de molesta, insalubre, nociva, y peligrosa. De aprobarse por parte del ayuntamiento de Valdepeñas esta instalación estaríamos ante un caso claro de defensa de intereses particulares que se superpondrían al interés general, la transparencia y la protección del medio ambiente y la salud pública.
El surtidor proyectado de ser con autoservicio, supondría el descuido seguro de las labores de mantenimiento, tan importantes para el control medioambiental y de seguridad. Si fuera asistido, la repercusión en la economía local sería irrisoria comparándola con el peligro que este tipo de instalaciones acarrea.
IU de Valdepeñas, también se cuestiona la posible necesidad estratégica de esta instalación cuando a poco menos de 300 metros hay en funcionamiento otra gasolinera.
