jueves. 25.04.2024

Pero se ha necesitado el apoyo  de seis partidos bisagras que les permitió gobernar en situación de minoría a cambio de muchas concesiones cuyos efectos estamos sufriendo.

Partidos como PNV, CiU, e IU, han sido definitivos para gobernar territorios en las Comunidades Autónomas que hoy presentan mayores niveles de conflictividad, especialmente en lo que se refiere a la unidad de España y la vigencia de su Constitución.

Aunque los partidos ganadores no permitieron meter en sus gobiernos a miembros de los partidos que les habían apoyado, no ha sido lo mismo en los gobiernos locales, donde se han llegado a producir repartos, que hacen pensar a muchos ciudadanos en la unidad de intereses subjetivos de una “clase política” dispuesta a pactar con tal de “pillar cacho”.

Según se va aproximando las elecciones locales, aparecen las “bisagras” y alguna de ellas, recogiendo el resultado de las encuestas, parece que ya venden sus deseos de pactar, sin que el pueblo conozca sus propuestas locales  reales para conseguir solucionar los problemas que nos van acuciando. 

Parece como si el cansancio  que manifiestan muchos ciudadanos por los partidos convencionales y su multitud de corruptelas, fuera aprovechado “por los que se quedaron fuera del reparto anterior” en búsqueda de un nuevo camino a “la italiana”...

Por ello también vemos con curiosidad movimientos “regeneradores” en el interior de nuestros partidos tratando de aislar a esa importante población de nuestra sociedad que ha venido usando la democracia para su propio beneficio, con los resultados procesales que todos conocemos.

La política no puede ser el arte de la ocultación de verdaderos intereses disfrazados por vocaciones políticas, que conviertan la oportunidad de un sistema que está alimentando a mas de 180.000 empleados de los partidos del sistema...

 

¡Que vienen las bisagras!