Solicita al Ayuntamiento de Valdepeñas que como acto simbólico en rechazo al acuerdo entre la UE y Turquía y, en reconocimiento de las personas que han perdido la vida en nuestras fronteras, ondee la bandera de la Unión Europea a media asta el día 9 de mayo.
Sumándose así a la solicitud realizada por la Plataforma Castellano-Manchega de Apoyo a las Personas Refugiadas. IU-GANEMOS Valdepeñas reitera su más firme rechazo al acuerdo de la UE y Turquía con el objetivo de garantizar el cumplimiento de los convenios internacionales y las directivas y legislaciones europeas en materia de asilo y refugio, y que se garantice una acogida digna y una adecuada protección a estas personas.
9 de mayo, día de Europa
El día 9 de mayo se celebra el día de Europa. La fecha conmemora el día en el que Robert Schuman, Ministro francés de Asuntos Exteriores, leyó la Declaración que lleva su nombre y que sentó parte de las bases de lo que hoy es la Unión Europea, cinco años después de la finalización de la II Guerra Mundial.
"La paz mundial no puede salvaguardarse sin unos esfuerzos creadores equiparables a los peligros que la amenazan" o "Europa no se hará de una vez ni en una obra de conjunto: se hará gracias a realizaciones concretas, que creen en primer lugar una solidaridad de hecho" son frases que se leían en esta declaración.
Casi 70 años más tarde, vivimos la peor crisis de personas desplazadas desde la II Guerra Mundial. Ésta es una crisis de humanidad y de solidaridad. Una barbarie. Una sucesión de conflictos armados, guerras e injerencias externas que amenazan con degenerar aún más si no se toman medidas urgentes.
Es la constatación de un modelo fallido de gestión migratoria y de una Europa vergonzante, muy alejada de sus valores fundacionales y de la ciudadanía a la que representa.
Más de 60 millones de personas siguen saliendo de sus casas en países como Siria, Afganistán, Irak, Palestina, Eritrea, Nigeria o Somalia para huir de la guerra, del hambre o de la violencia sexual. Escapan de conflictos provocados por intereses geoestratégicos y económicos que promueven el expolio de riquezas y la venta de armas. El Mar Mediterráneo y las fronteras europeas siguen siendo las fosas comunes en las que miles de personas pierden sus vidas: más de 4.000 en 2015, 400 la pasada semana. Seguimos viviendo con increíble desconcierto la pérdida de más de 10.000 niños y niñas en manos de las redes de trata y los abusos sexuales de cientos de mujeres refugiadas.
Mientras tanto, los gobiernos europeos actúan de una manera inmoral que nos recuerda peligrosamente a tiempos pasados.
El pasado mes de septiembre la Unión Europea se comprometió a acoger a más de 120.000 personas refugiadas, 17.000 en el Estado español. En cambio, en el Estado español sólo se acogieron 18 personas.
Todo esto contrasta con la voluntad de la ciudadanía europea. Las movilizaciones ciudadanas a favor de los derechos de la población refugiada y desplazadas, así como los datos de los últimos Eurobarómetros, son buena muestra de que de nuevo la ciudadanía está muy por encima de quien la gobierna (el 85% de la ciudadanía del estado español y el 65% de la ciudadanía europea está a favor de ayudar a las personas refugiadas según los datos del Eurobarómetro de febrero).
Lo último y más infame llega ahora con el acuerdo entre la Unión Europea y Turquía, el ya conocido cómo acuerdo de la vergüenza. El acuerdo entre la UE y Turquía aprueba la expulsión de las personas que llegan a Grecia hacia Turquía, sin importar su edad, su nacionalidad, sus circunstancias personales o el motivo que les ha obligado huir de su país. El acuerdo es inmoral y también ilegal, su aplicación práctica vulnera la normativa europea e internacional, y supone un riesgo para la vida de muchas personas refugiadas.
