viernes. 29.03.2024

Las pacientes explicaron las limitaciones que les provoca esta dolencia complicada de diagnosticar, que no tiene cura y con pocas soluciones de tratamiento.

Eva Palacios, Petri Prieto y María José Sevilla hablaron en primera persona de cómo es su día a día con la fibromialgia, en vísperas de la celebración del Día Internacional de esta enfermedad. Explicaron sus características con la intención de hacer más visible este mal que muchos padecen sin saber que lo tienen, según indicaron. Es como una amiga invisible porque no se ve, exclamó una de las ponentes.

La fibromialgia es difícil de diagnosticar. Hay dieciocho puntos gatillo o partes del cuerpo que tienen que ver con ella, debiendo sumar unos cuantos para poder determinarla. Cada persona tiene unos síntomas distintos y lo manifiesta de manera diferente. Todas tienen en común un malestar general que hace más difícil su vida cotidiana, y lo peor es que no tiene cura y muy pocas opciones de tratamiento.

La receta es bien sencilla y dura a la vez: paciencia y acostumbrarse a convivir con la enfermedad, argumentaron. Unos días se lleva mejor y otros peor, con un querer y no poder constante, según indicaron. Una enfermedad que incluso les impide descansar por las noches, lo que provoca que se levanten literalmente agotados antes de comenzar la jornada diaria.

La charla organizada por la Universidad Popular se desarrolló en el auditorio de la Biblioteca Municipal, con la presencia de un nutrido número de alumnas de diferentes cursos y público en general, principalmente femenino.

 

La Asociación de Fibromialgia de La Solana habló de esta enfermedad en una concurrida...