jueves. 28.03.2024
PROVINCIA

Caravana blanca, porque el mundo del dolor también existe

Se llama caravana blanca, pero a menudo representa a un mundo muy negro. Es el mundo del dolor, de la enfermedad, de la decrepitud, tan inherente de las personas, fundamentalmente, de avanzada edad, muchas postradas en silla de ruedas o dependientes de otros por la mañana, por la tarde y por la noche. Pero personas llenas de dignidad y capaces de emocionarse contemplando el rostro de su Patrona, aunque sólo sea una vez al año, quién sabe si la última. Por eso acuden cada año a la llamada de una actividad imprescindible en la Semana de Exaltación a la Virgen de Peñarroya. 

Caravana blanca unción de enfermos (Copiar)

El templo parroquial de Santa Catalina albergó una nueva caravana blanca, que incluyó la unción de enfermos durante la eucaristía, oficiada por el párroco, Benjamín Rey, ante la imagen de la virgen en su carroza. A la hora de la unción, tanto el párroco como el veterano sacerdote Antonio Campillo pasaron por las bancadas para proceder al sacramento de la unción a aquellos que lo solicitaron. La misa fue amenizada por el coro y rondalla “Santa Cecilia”.

Si la caravana blanca es tradicional en la Semana de Exaltación,  no lo es menos la participación de Cruz Roja. Nuevamente, los voluntarios se ofrecieron para trasladar a los impedidos que lo solicitaron. Cinco personas de la vivienda de mayores, de 65 años en adelante, incluido un hombre de 84 años, fueron transportadas en el vehículo adaptado.

“Llevamos más de 15 años haciendo esto, incluso antes de tener el vehículo venían los objetores del Ejército” –recordaba el voluntario Juan Ángel Palomera. Aunque hace cuatro años ya que no tienen ambulancia, y por eso no acuden a la romería del Castillo, el vehículo adaptado sí les permite ayudar en este menester.

“Es un orgullo para los voluntarios recoger a personas mayores y que te lo agradezcan con su mirada, con su sonrisa. Cobramos con la sonrisa de una persona, es algo que te llega al corazón”. Palomera insiste en que el voluntariado es algo muy gratificante y que exhibe nuestro nivel de compromiso con quienes más lo necesitan. “No hay que mirar a otro lado con lo todo que está pasando, por ejemplo con el drama de los refugiados”. “Necesitamos voluntarios; es un tiempo que no se pierde, sino todo lo contrario”.

Caravana blanca, porque el mundo del dolor también existe