Lo más importante es la alimentación. “Aunque todos necesitamos alimentarnos en diferentes etapas de la vida, en esta hay que tener especial cuidado para evitar factores de riesgo”. La osteoporosis y las dolencias cardiovasculares son las principales enfermedades que se pueden, y se deben evitar. La menopausia baja los estrógenos y provoca cambios hormonales que, por ejemplo, reducen el hierro. “Hay que tomar alimentos ricos en calcio y con vitamina D para que se agarre al hueso”.
Por supuesto, está contraindicado el colesterol, “deben comer grasas insaturadas, y mucha fruta, pescado, verdura, pasta y arroces”. Las carnes rojas, quesos maduros o leches enteras son perjudiciales si no se controlan. Pero esa alimentación saludable debe tener como complemento el ejercicio físico. “Hay que moverse, aunque sea poco; dar simples paseos en casa pueden ser suficientes”.
La enfermera recuerda que los cambios de humor, los sofocos, la inapetencia sexual o la irritabilidad son generalmente inherentes a la llegada de la menopausia. Por eso, además de comer sano y mover el cuerpo hay que relacionarse, salir y mantener una vida social activa.