Víctor Arias Sánchez, componente de De Empalme, recordaba que los grupos participantes habían querido aprovechar el festival, como ya habían hecho en años anteriores, para lanzar mensajes de reivindicación. Esta vez sobre la situación del Centro Ocupacional de la localidad y contra los desahucios. Precisamente en el escenario había colgada una pancarta en la que se podía leer “SOS Centro Ocupacional” y algunos de los componentes de las bandas llevaban camisetas con el mensaje “Stop Desahucios”. Según Víctor Arias “somos reivindicativos en nuestra música y con nuestros mensajes porque somos hijos de trabajadores”, por lo que tienen que defender la lucha de los mismos ante los recortes de la crisis en materias tan sensibles como educación o sanidad.
En cuanto al descenso de grupos que han participado este año respecto al anterior, pasando de ocho bandas a cuatro, señalaba que en el festival pasado debían haber concluido a las tres de la madrugada, pero algunos de los actuantes se pasaron de hora y, al final, se quedaron dos bandas sin poder participar.
Defendió el “carácter cultural y de mensaje” de este tipo de música, lamentando que en algunas regiones, como Madrid, los estén discriminando, sólo porque en sus letras hablan de los problemas de la vida actual.
Uno de los representantes del grupo Taquicardia de Manzanares, Ramón Sánchez de la Blanca, declaró que el grupo se había formado en enero y esta era su primera actuación, mostrándose ilusionado por poder ofrecer su repertorio en La Solana, aunque sólo fuera durante media hora
