La Nochevieja sigue en Manzanares unos patrones propios desde hace años. Aunque empieza a haber jóvenes que salen a las doce del mediodía con sus mejores galas a tomarse las uvas en la plaza de la Constitución con las campanadas de la Parroquia de la Asunción, lo habitual es tomarlas a medianoche con la familia en casa o en las cenas organizadas en los establecimientos hosteleros.
Sin embargo, a la media hora del nuevo año, los más jóvenes se concentran espontáneamente en la plaza del Gran Teatro, donde abundan los besos y las felicitaciones junto a los trajes y vestidos de fiesta. En los chicos se impone la corbata, aunque este año proliferaron las pajaritas.
La fiesta pasa en primer lugar por los establecimientos de moda, con animados cotillones para todos los gustos. Aunque la fiesta de Nochevieja de la carpa municipal tuvo afluencia desde primera hora, fue a las cuatro de la madrugada cuando la gente más joven se dio cita en ella. Este cotillón estuvo animado por la Orquesta Iberis y con música disco.
Como novedad, los asistentes pudieron fotografiarse gratuitamente en el photocall instalado para la ocasión en la carpa por “Photoevents”, que entregó una contraseña o código QR para descargarse al día siguiente este recuerdo desde su página web.
