Un repaso a la situación del sistema público sanitario ilustrado con casos específicos vivimos en los pueblos y ciudades de la provincia ciudadrealeña que ilustran ese diagnóstico grave y de deterioro experimentado durante los casi cuatros de gestión de Cospedal.
Antes de nada, los jóvenes socialistas han mostrado su apoyo a todos los profesionales sanitarios que “por culpa de los recortes del Partido Popular no pueden desarrollar su trabajo con todas los recursos y garantías imprescindibles para una calidad asistencial óptima” en una cuestión tan sensible como es la salud.
Condiciones “lamentables” que se han traducido en cierre de plantas y camas, recorte de materiales, despido masivo de personal cifrado en más de 900 profesionales en la provincia de Ciudad Real o aumento exagerado de las listas de espera.
Un panorama que las Juventudes Socialistas se niegan a admitir, por lo que resaltan que “siempre lucharemos por la sanidad pública, gratuita y universal. Lo que para Cospedal son solo números, para nosotros es jugar con la vida de nuestros vecinos, y eso no lo vamos a permitir”, reitera la agrupación juvenil.
Recuerda los jóvenes socialistas que una de las primeras decisiones que tomó Cospedal al llegar a la Junta de Castilla La Mancha fue reducir de 15 a tan solo 3 las enfermedades que detecta la prueba del talón a los recién nacidos, y a ella le siguió el intento de cerrar las urgencias nocturnas de más de 60 pueblos y la tentativa de privatizar seis hospitales. “Desde ese momento Cospedal y el resto de dirigentes del PP dejaron claro su más absoluto desprecio hacia los castellano-manchegos, y desde entonces no ha parado de destrozar la sanidad de nuestra región”.
Disminución de recursos y despido de personal producidos en Almadén, Alcubillas, Arenales de San Gregorio, Argamasilla de Calatrava, Castellar de Santiago, Moral de Calatrava, Puerto Lápice, Socuéllamos o Viso del Marqués, por no mencionar todos los municipios que constan de centro de salud o consultorio médico.
La realidad de los hospitales seis hospitales existentes en la provincia de Ciudad Real es de sobra conocida también por el desmantelamiento y el deterioro al que han sido sometidos, no en vano han sido noticia a nivel nacional en medios de comunicación por “episodios lamentables que han dejado en evidencia la gran farsa de Cospedal con la sanidad”.
Así, el Hospital General Universitario de Ciudad Real ha protagonizado múltiples fotografías e incidentes debido a los hacinamientos y colapsos de las Urgencias. “Sirva como ejemplo el caso de P.H.A. a quien le pudo costar la vida, ya que fue a este hospital para hacerse una mamografía rutinaria anual y le dieron cita para más de 2 años, y pasado ese tiempo interminable notó un fuerte dolor en un pecho por el que decidió ir a Urgencias, donde le detectaron un cáncer de mama y fue intervenido rápidamente en otro centro hospitalario.
Los recortes en personal y el cierre de plantas han provocado el aumenta de las listas de espera hasta una cifra récord el pasado mes, “demora que en muchas ocasiones puede suponer la diferencia entre la vida y la muerte, pero parece que a Cospedal no le importa lo más mínimo”.
El Mancha Centro de Alcázar de San Juan ha despedido a más de 200 profesionales en menos de cuatro años, en su día retiraron el oxígeno domiciliario a los pacientes, se han incrementado en más de un 60% las listas de espera y se cerró la planta de psiquiatría, obligando a los enfermos y familiares a desplazarse a 100 kilómetros para ser atendidos.
El Hospital Santa Bárbara de Puertollano es “paradigma del olvido y del desprecio” de Cospedal, y en ello se entiende la reducción de 130.000 euros para su mantenimiento y conservación. Lo ocurrido con posterioridad ya es de sobra conocido: aparición de cucarachas, caída de un techo sobre dos pacientes y aparición de larvas de escarabajos en algunas dependencias, sin obivar el cierre de un ala de la primera planta y el despido de personal.
Co respecto al Hospital General de Tomelloso basta recordar el manifiesto firmado por 70 de sus 72 facultativos para hacerse una idea del “estado vergonzoso” en el que está, o las citas que se han dado para los años 2016 y 2017 y que, “ante la alarma generada, los responsables del Sescam no han tenido más excusas que decir que se trata de un error”.
Por último, el Gutiérrez Ortega de Valdepeñas también ha sido “pasto de los recortes indiscriminados de Cospedal” en personal o en la escasez del suministro de materiales, además del cierre de la planta B decretada en octubre de 2014, lo que ocasionó que los pacientes fueran trasladados a otras plantas con enfermos de otras patologías, incluso en la planta de maternidad. Y lo último ha sido el anuncio del propio Sescam de cerrar durante medio año la planta de medicina interna”.
