A las 11 en la Plaza Cervantes ya se veían los primeros disfraces porque todos los niños estaban convocados a los talleres terroríficos, de Infantil y Primaria, pero la verdadera fiesta comenzaba a las 17,30 cuando brujos y brujas, esqueletos, zombies, fantasmas y demás macabros personajes se concentraban para participar en juegos, pinta-caras terrorífico y talleres, así como en los castillos hinchables.
Posteriormente comenzaba un divertido baile de fantasmas y zombies, donde los pequeños, a los que por cierto no les faltaba detalle en sus disfraces, no paraban de saltar y reír justo antes de empezar a organizarse los grupos de niños de hasta 8 años que realizaron un recorrido ‘truco-trato’, y el Juego de ‘La Busqueda’, para mayores de 9 años. Esta es una de las actividades que más gusta ya que durante una hora los niños protagonizaron un periplo de sustos por varias casas de la localidad, siempre acompañados por un monitor.
La diversión y el miedo protagonizaron un divertido día en el que otro año más no faltó la vertiente solidaria, ya que para finalizar la fiesta todos los participantes repusieron fuerzas con un vaso de chocolate y bizcochos al precio de un euro. Todo lo recaudado se destinará a la Asociación Contra el Cáncer, AECC.
El alcalde de Poblete, Luis Alberto Lara, que no quiso perderse las actividades, volvió a constatar que el Día de Halloween se ha convertido en Poblete en un día muy esperado por los niños y sus familias, además de suponer un acicate para el movimiento asociativo que todos los años se vuelca en esta actividad. Para el primer edil es fundamental también la presencia de familias de pueblos cercanos que cada año más se suman a la fiesta pobleteña.
