Eso, en la parte estética. Pero el concejal destacó, muy por encima de éstas, las razones económicas. Preguntó por un árbol de más enjundia, pero costaba 7.500 euros. Al final, se optó por el pequeño, que ha valido 450. Fue aquí cuando dijo que esa diferencia, 7.000 euros, ha sido destinada al departamento de Servicios Sociales “que estaba bajo de presupuesto y podrá atender a muchos necesitados, que los hay en La Solana”.
Insistió en que el Ayuntamiento no se puede permitir ciertas licencias y criticó otros casos, como Madrid. “Allí han puesto un árbol enorme y, con la crisis que tenemos, quien gasta en eso tenía que ir a la cárcel; a mí, como español, se me cae la cara de vergüenza tener un árbol así mientras ves a indigentes en la calle”. A la pregunta de si volverá a poner el mismo árbol en el hipotético caso de que continúe en el cargo, fue claro: “si el presupuesto y la situación no mejora, el árbol será el mismo, y la gente me tiene que dar esa razón”.
En cuanto al belén, otro punto de debate ciudadano, el concejal de Festejos también mantiene lo que ya dijo cuando fue inaugurado, “está perfectamente donde está”.
Gran participación
Al margen de polémicas sobre el tamaño del árbol de la plaza o la ubicación del belén, Luis Romero prefiere destacar la gran participación de los solaneros en los actos programados durante el ciclo navideño. Cree que ha sido uno de los años “mejor preparados y con mayor respuesta ciudadana”. Se apoya en los datos de asistencia a las actividades, sobre todo a las infantiles, y también en el esfuerzo realizado. “Estoy muy satisfecho por el empeño e ilusión de todos los técnicos de la concejalía; se ha trabajado mucho”.
