jueves. 28.03.2024

Sor Constanza, maestra que ejerció en el colegio San Luís Gonzaga hace treinta años, volvió a La Solana para reencontrarse con sus antiguas alumnas y explicarles los proyectos misioneros que está desarrollando en la actualidad en Argentina. La religiosa se sintió muy feliz por el caluroso recibimiento después de mucho tiempo ausente, reconociendo que ahora está cumpliendo su sueño de ayudar a los más pobres.

Un grupo de alumnas que celebraron recientemente el trigésimo aniversario de su paso por el colegio San Luís Gonzaga, se empeñó en hacer todo lo posible para reunirse con su querida y admirada profesora. Así lo argumentó a la prensa local María del Carmen Briones, una de aquellas alumnas que en la actualidad es Hija de la Caridad como su maestra y que ha mediado para celebrar el encuentro.

Sor Constanza fue recibida entre cariñosos abrazos de sus discípulas, dejando patente la huella indeleble que dejó tras cinco años desempeñando su labor de docente. El aula de San Juan de Ávila de la Casa de la Iglesia se llenó por completo para saludar a la maestra y conocer qué trabajos desempeña como misionera en Argentina.

La protagonista señaló que tenía ganas de volver a La Solana para reencontrarse con quienes compartió sus enseñanzas hace treinta años. En un gesto sincero reconoció ‘estoy muy feliz, pero es un desastre porque apenas me acuerdo de estas caras’. Tenía sentimientos contrapuestos por regresar a España (lo que hace cada tres años) y a la vez con la mente puesta en sus ‘necesitados’.

Recalcó que ‘siempre quería ir a las misiones y ayudar a los más pobres’, congratulándose porque ahora está cumpliendo el sueño de su vida trabajando ‘con gente muy pobre en Argentina’. Indicó que han formado la Asociación Vicentina de Caridad en el barrio 9 de Noviembre de Bahía Blanca ‘para estar junto a ellos, compartir todo lo que pueda y que puedan terminar la construcción de un comedor grande, la realización de talleres, catequesis para adultos y toda la acción social que se está llevando a cabo’.

Durante seis años, se han construido cuarenta nuevas ‘casitas dignas’, indicó, lo que ha sido posible gracias a una cadena solidaria y la realización de ferias de desechos, argumentando que lo que se recaude actualmente servirá para construir el centro social vicentino.

Sor Constanza subrayó que ‘no se puede evangelizar allí donde el estómago está vacío’, explicando que ‘la pre evangelización no empieza con el asistencialismo, sino con la ayuda, la cercanía y la escucha para poder así predicar a Jesucristo’. Dijo que, a pesar de su edad, ‘el jefe me da la fuerza necesaria para estar con esta gente para poder transmitirles alegría y esperanza’, recalcando que ‘con la fuerza del de arriba, se puede todo’.

Ella piensa que su labor es como un grano en el granero que no puede faltar. Y lo hace con ‘dos piernas: una es la confianza en la divina providencia y la otra es la solidaridad de la gente’.

Durante el encuentro, la religiosa explicó sus quehaceres diarios en Argentina ante la atenta escucha de sus alumnas, teniendo tiempo también para los recuerdos durante su etapa en el colegio San Luis Gonzaga. 

Sor Constanza: “No se puede evangelizar allí donde el estómago está vacío”