¿Qué quiere decir con sexo?
¿Sexo? Sí, por favor. Sin embargo, si esto se lo preguntan en la casilla de un formulario ud. contesta con la categoría hombre o mujer ¿Qué se considera sexualidad? ¿Qué se considera sexo?
Somos sexuales desde que nacemos hasta que nos morimos. Para ser más preciso el feto ya está sexuado, su sexo viene dado por la lotería genética, que determinará diferentes procesos hormonales, provocando distintas estructuras fisiológicas para cada sexo. Al nacer tendremos un sexo asignado dependiendo de los genitales que, a la vista de los demás, nos sitúan en uno u otro lado. A excepción de los casos en que se nace con una intersexualidad, donde aparecen genitales no diferenciados. Para la mayoría, ese sexo asignado, determina como nos tratarán y educarán, qué expectativas tienen sobre cada uno y cada una. Incluso qué nos está permitido o prohibido pensar y hacer.
Biográficamente vamos construyendo nuestra sexualidad con unos condicionantes físicos, psicológicos y sociales. Es un proceso, como decían antes, de toda una vida.
Sin embargo, términos como sexo o sexualidad se utilizan indistintamente, no sólo por los no profesionales, sino también por quien tiene que tratar sobre estos temas de forma profesional en medicina, psicología, derecho, ginecología,… Pueden hacer el ejercicio de buscar las definiciones de ambos términos en la Real Academia de la Lengua. Resultan ser definiciones muy similares y no ayudan delimitar los significados.
Para la mayoría de la población, el uso de ambos términos puede ser usado en contextos relacionados con el placer, la procreación, lo estimulante, la inhibición, la diversión, la vergüenza, alivio del aburrimiento, deber marital, peligro, violencia, enfermedades,… La lista sería muy extensa pero, si reflexionamos un momento todas giran en torno a los genitales. De ahí los famosos “preliminares” o el “calentamiento”. Los besos, las caricias, la ternura y/o el deseo no se toman como fines en sí mismos, son un medio que conduce a lo mismo de siempre: genitalidad y coito.
La sexualidad no solo impone unas estructuras diferenciadas sino también una forma distinta para responder a la estimulación. Masters y Johnson, establecieron el esquema DEMOR (Deseo, Estimulación, Meseta, Orgasmo y Resolución), para poder estudiar la Respuesta Sexual Humana. Después de años de estudio determinaron las diferencias en este esquema para hombres y mujeres.
Moldeados por las actitudes y familiares y educativas adoptamos ideas y comportamientos que conforman nuestra sexualidad. Nuestros valores éticos y moral sexual van a depender de las normas que, cultura e instituciones imponen en el entorno donde vivimos.
La sexualidad no es, por tanto, un concepto inamovible ni universal. Varía para cada individuo o sociedad. Y, para estos, a lo largo del tiempo. Variables que han producido el cambio en nuestra sociedad actual son, sin ánimo de ser exhaustivo, el desarrollo de los anticonceptivos, la aparición del SIDA en los 90, los movimientos feministas y la nueva legislación que otorga mayores derechos y protección a las mujeres (lo cual dista de una igualdad real). Estos cambios nos ofrecen tanto la incorporación a una edad más temprana de los jóvenes, como a la aparición de un hombre más “tierno y educado” y una mujer más “activa y competitiva”. A una nueva forma del encuentro entre seres humanos sexuados.
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