En esta subasta pueden colaborar todo aquel que lo desee donando objetos y artículos antiguos así como de colección, también objetos de segunda mano útiles y en condiciones de poder usarse aún.
Monedas y billetes, sellos, cromos, álbumes antiguos, postales, fotos antiguas, comic antiguos, juguetes antiguos, botellas antiguas de gaseosa, sifón o cerveza, cuadros, libros, carteles y publicidad antigua, objetos de alfarería (cantaros tinajas, lebrillos, fuentes y cerámica), objetos militares antiguos (vestuario, insignias, hebillas, botones, fotos, documentos etc.), cajas de lata o chapa decoradas, pequeños muebles, objetos de oficios antiguos, etc.
Las personas interesadas en donar objetos para la subasta pueden hacerlo pasando por las instalaciones de AFAD (Calle Salida Carretera Moral s/n). Igualmente, los pujadores podrán ver los objetos sacados a Subasta durante el día 23 en el Auditorio Francisco Nieva, siendo la subasta el domingo a las 19 horas.
Bases de la Subasta
Es aconsejable inscribirse antes para asignarle un número de pujador y tener sus datos y que el pago sea más ágil posible. (Sábado 23, durante todo el día y domingo 24, por la mañana)
No se podrá retirar ningún lote sin haber sido abonado antes. Los lotes irán numerados para mejorar su subasta e identificación.
Como simultáneamente habrá un mercadillo de segunda mano y objetos colección, si hay demasiados lotes para subastar haremos una selección de los más interesantes para la subasta y con el resto se hará mercadillo con ellos, siempre de carácter solidario.
Lo que no salga en la subasta será recogido de nuevo por AFAD para destinarlo a otros mercadillos solidarios.
Para más información pueden hacerlo a través del teléfono 619023970 (Jesús) donde se resolverán las dudas que puedan surgir así como, poder gestionar recogida de objetos de personas que quieran donarlos o bien, que pudieran estar fuera de la Comarca.
Por otro lado tanto sábado como domingo, a partir de las 10 horas y hasta las 21 horas, habrá mercadillo de coleccionismo y antigüedades donde quien quiera podrá visitar dicha actividad. Esta práctica se llama “desembalaje” y es muy practicado en países como Francia, Alemania y Estados Unidos donde vender objetos de segunda mano es algo cotidiano y práctico a la hora de recuperar un poco dinero de aquellos enseres que ya no utilizamos o no los queremos.