Durante dos días a la semana asiste puntualmente y sin fallar a su grupo de aprendizaje.
Para ello, después de arreglarse y ponerse guapa, recorre una larga distancia desde su casa al Centro de Mayores para ponerse a trabajar – estudiar- con sus compañeras en las dos horas que dura la clase.
La actividad fundamental es el aprendizaje y mejora de la lectura y escritura, también ejercicios de cálculo juntamente con habilidades sociales básicas como son atender, escuchar, conversar, opinar…
Con estas actividades, además de conservar y mejorar los aprendizajes adquiridos y de aprender nuevas destrezas, se potencia la memoria y la mente tan necesarias para la vida consciente y la autonomía personal.
Cuando una persona quiere seguir aprendiendo y se esfuerza, es que valora la vida y la disfruta.
Con frecuencia, a continuación de la clase, cambia de actividad – entre otras – ayudando en el cuidado de sus bisnietos.
Gracias a Teresa por su ejemplo.