Siempre se ha dicho que “quien no arriesga, no gana” y es algo que en esto de lanzarnos a montar nuestro propio negocio, nos viene como anillo al dedo; sobretodo si estamos seguros de que es el mejor momento para salir de nuestra zona de confort y probar algo nuevo que nos puede llevar a conseguir que nuestro sueño se haga realidad.
El 73,5% de las iniciativas emprendedoras en España en 2015 estuvieron motivadas por la oportunidad. Lo dice el Informe Mundial GEM (Global Entrepreneurship Monitor, publicado este mes de febrero), que destaca que más allá de la necesidad, la oportunidad es el motivo fundamental para emprender en tres de cada cuatro casos.
Oportunidad de negocio muy ligada a otro motivo muy importante a tener en cuenta: la independencia económica que lleva a la mayoría de emprendedores a embarcarse en una empresa por su cuenta. Y eso es muy positivo, y más cuando conseguimos nuestro dinero haciendo lo que realmente nos gusta, porque lo bueno de ser emprendedor es que puedes elegir el tipo de empresa y el sector de la misma.
Por supuesto que hay que hacerlo después de haber hecho una investigación de mercado, conociendo si realmente nuestra idea o nuestro hobby se puede convertir en algo rentable.
Y teniendo en cuenta que hoy en día, la seguridad laboral no existe, otra razón para emprender es que uno de las mayores ventajas que le vamos a encontrar es la flexibilidad laboral que ser propietario de tu propio negocio te puede ofrecer.
