En tu plantilla sólo hay mujeres, ¿porqué?
Primero, porque son más los curriculum que recibo de mujeres que de hombres, y segundo, porque la formación que en ellos observo es mayor. Por cada curriculum que recibo de un hombre, quince recibo de mujeres. Además, ellas son más dadas a entregar el curriculum personalmente, y eso denota responsabilidad. Considero que en el campo de la educación el papel de la mujer tiene más presencia, y con respecto a las letras y los idiomas, decir que a nuestra academia siguen llegando más curriculum de mujeres que de hombres.
¿Qué ventajas encuentras como empresario a la hora de contratar a una mujer?
Fiscales, ninguna, contrates a quien contrates, todo son trabas y “meter la mano en el bolsillo”. Pero es cierto que el tacto que la mujer tiene con nuestro alumnado, especialmente con los más pequeños, es mejor. Tienen un mayor grado de responsabilidad, interactúan más, por lo menos en mi sector, no se alteran fácilmente y son mucho más comprensivas.
Muchos son los empresarios que no contratan mujeres, ¿qué piensas sobre este tema?
Pues la verdad es que no lo entiendo, porque, yo, cuando contrato, no contrato a una mujer, contrato a un profesional, y es más, en mis entrevistas procuro tratar el tema personal más que la formación que tenga cada uno. Si eres buena gente, te preocuparás por tu trabajo y eso repercutirá en beneficio de la empresa.
¿Crees que es posible la igualdad entre hombres y mujeres en el terreno laboral?
Yo creo que ya existe, a pesar de que siga habiendo prejuicios en determinados sectores, pero son cada vez menos. Pienso que la igualdad real se conseguirá en el momento en el que se deje de hablar de ello, o no sea tema de discusión.
¿Cuáles crees que son los pilares sobre los que debemos apoyarnos para conseguirlo?
Indudablemente la educación y la familia. La educación es fundamental para pensar libremente, para tener nuestros propios pensamientos, para que no nos engañen y porque es el arma más fuerte y eficaz que tenemos, sobre todo en tiempo de crisis. Pero además, esa educación nos lleva a tener respeto y a tratar a todo el mundo por igual y olvidarnos de la dichosa discusión de si un hombre es mejor que una mujer y viceversa. Pero para que todo esto sea posible, el papel de la familia es fundamental. Además de ofrecernos ese plus de confianza y seguridad necesario para desarrollarnos como personas y profesionales, es el núcleo donde crecemos como seres humanos y donde debemos encontrar las herramientas necesarias para ser respetuosos con los demás sin mirar el género.
