jueves. 25.04.2024

Estandarte patrio

Por más vueltas que le doy no alcanzo a comprender que un líder político del siglo XXI, el más destacado líder de un partido en una democracia avanzada, que nació en los aledaños de la Transición, que por tanto no ha vivido ni la Guerra Civil, ni la Dictadura, que solo ha vivido en democracia, base su orgullo patrio con los mismos fundamentos que estudiábamos con 10 y 16 años de edad, durante un bachiller; en aquellos los años cuarenta y cincuenta, en los libros de Pérez Bustamante, libros impuestos, censurados y promovidos por el más puro franquismo.

En el mejor de los casos, pensemos que se trata de una estrategia para atraerse a los antaño votantes del PP y que ogaño se han ido a Vox. Si así fuera, se equivoca. Lo que consigue con esa estrategia es orientar a su partido hacia la extrema derecha, y abandonar a los otros votantes que están ahí porque piensan en un partido de centro derecha, y con esas puede que se vayan. Estoy convencido de que hay personas en el PP que no quieren esa derecha trasnochada. Algunos sí; claro. Es el camino para fracturar la derecha, si es que no está ya fracturada.

Pero sería peor, no quiero ni pensarlo, aunque albergo serias sospechas de que este “joven líder” pertenece a ese sector de la derecha española, privilegiados en lo social y en lo económico; privilegio al que se agarran como lapas, envueltos en la unidad de España de los Reyes Católicos, en la expulsión de judíos y árabes, en la España de los Austrias en la que no se ponía el sol, en la colonización y evangelización con la espada y la cruz. Pero que la desigualdad les importa un pimiento.

Yo pensaba que la historia dibujada por los seudohistoriadores del siglo XX, ya estaba sobrepasada; veo que no. Que el descubrimiento de América es un hecho de primerísima magnitud, nadie lo niega. No necesitamos a ningún Casado que venga a recordarlo. Nadie se niega a estudiarlo y a conocerlo bien. Pero en el siglo XXI la historia se estudia investigando con inteligencia y honestidad. Estudiando las consecuencias, lo bueno y lo malo, los errores y los aciertos del hecho histórico. Y no utilizarlo como estandarte patrio, para esconder privilegios, corruptelas y desigualdades. Así el PP de Casado se “lepenizará”. Espero y deseo que no.

Estandarte patrio