Otra vez primarias. Se me amontonan los temas encima de la mesa. No si meterle mano a los engañosos y falaces presupuestos, a la insoportable corrupción, al intolerable parasitismo en las instituciones, a la malintencionada moción de censura, a todo eso. Pero no; voy a hablar de las primarias del PSOE. ¿Por qué?
Porque me preocupa tanto o más que las otras cuestiones, porque todas esas cuestiones no se resolverán mientras no tengamos un PSOE unido y fuerte, porque con una socialdemocracia vaciada de contenido, sin actitud, ni liderazgo, España está perdida. El PSOE seguirá en caída libre, seguirá arrastraculos por el terraplén.
Primarias sí, pero.. ¿qué primarias? Todo lo contrario de lo que ha habido hasta ahora. Si alguien barrunta que va a ganar Pepito, y no interesa, no hay primarias; si se celebran las primarias y al día siguiente los perdedores se dedican a cargarse al ganador, más vale que no las haya; si tendemos una red de clientelismo para presionar en favor de este o aquel, es que no creemos en las primarias.
El proyecto de partido, lo que espera la sociedad, quedará en casa. Jeremy Corbyn, en Reino Unido, y Benoît Hamon en Francia, ganaron sus respectivas primarias. Pero.. ¿Y qué? Corbyn ha pasado a la irrelevancia, y Hamón ha llevado al Partido Socialista a la quinta posición con un 6 % de los votos. ¿De qué les han servido las primarias?
Cuanto más se aproxime el resultado de las primarias a los deseos de la mayoría de la militancia más cerca de la sociedad se habrá situado. Es lo se llama primarias hacia fuera. Si queremos que el ganador ponga en marcha un proyecto que irradie ilusión a la sociedad para ser alternativa de gobierno, tiene que estar cerca de esa sociedad expectante, y lo que más cerca de la sociedad está es la militancia, no los aparatos. Por tanto, todo lo que sea manipular, desvirtuar, falsear el espíritu de la militancia es apartarse de la sociedad. Ganará Pepito o Juanito, pero perderá el partido y, en definitiva perderá el país.
Los militantes, los votantes, los ciudadanos, quieren saber lo que piensan hacer los distintos candidatos a partir del día 22 de mayo. Quieren saberlo con pelos y señales, hablando claro, sin soflamas vacías. Eso es mucho más importante que lo que vaya a pasar el día 21.