viernes. 19.04.2024

Todo o nada

El PSOE, emblema histórico de la socialdemocracia, tiene la oportunidad y la responsabilidad de recuperar el liderazgo, que tuvo en otras ocasiones, para la transformación social de España. Lo tiene muy difícil por sus propios errores, pero si es capaz de cambiar el rumbo, tiene una ventaja que no tiene nadie: “depende de él mismo”. Su responsabilidad es tan grande, tan definitiva, que, o lo logra, o pasará a la irrelevancia. O vuelve a los años 82 y 2004, o desaparece. O todo o nada. ¿Qué hacer? Pretendo dar mi opinión desde la humildad, la ilusión y la honestidad.

El PSOE, emblema histórico de la socialdemocracia, tiene la oportunidad y la responsabilidad de recuperar el liderazgo, que tuvo en otras ocasiones, para la transformación social de España. Lo tiene muy difícil por sus propios errores, pero si es capaz de cambiar el rumbo, tiene una ventaja que no tiene nadie: “depende de él mismo”. Su responsabilidad es tan grande, tan definitiva, que, o lo logra, o pasará a la irrelevancia. O vuelve a los años 82 y 2004, o desaparece. O todo o nada. ¿Qué hacer? Pretendo dar mi opinión desde la humildad, la ilusión y la honestidad.

El panorama político, fuera y dentro de España, no puede ser más desalentador. Estados Unidos, entre otras lindezas, vuelve al espíritu de grandeza a través de ganar guerras, para regocijo de las empresas armamentísticas. Y lo hace con la desvergüenza de quitar presupuesto a la ayuda al desarrollo, y al medio ambiente. Europa, abandonada la solidaridad y la cohesión de otros tiempos, ha aumentado el desequilibrio entre sus pueblos, y ha perdido influencia en el mundo. ¡Tremendo!

¿Y España? Desgraciadamente el panorama dentro de nuestro país no es menos desalentador. Solo la corrupción y la desigualdad son suficientes para explicar nuestra lamentable situación; lamentable y destructiva. Las crisis económicas son cíclicas; aparecen y desaparecen en periodos más o menos largos. Pero la pobreza y la desigualdad permanecen generaciones enteras. Generaciones castigadas a no disfrutar del bienestar social que hemos tenido hasta tiempos muy recientes.

El neoliberalismo que nos ha gobernado, y nos sigue gobernando, ha sido el principal artífice de esa situación. Y no hay propósito de la enmienda. Mientras en Europa se reconoce el fracaso de sus políticas, en España seguimos predicando que no piensan cambiar nada porque ha funcionado bien. ¡Vaya tela! Y los nuevos, que llegaron a la política con nuevos y buenos propósitos no parecen ser los arregladores. Así que, o el PSOE se remanga, y manos a la obra, o se nos avecina un futuro muy oscuro.

El PSOE tiene que transmitir autocrítica e ilusión, y para ello necesita liderazgo y programa. Pedro Sánchez no dio muestras de recuperar a los millones de desencantados; hoy está más motivado por el agravio y la “forma indecente” de acabar con él, que por las necesidades de España. Lo hemos convertido en víctima; y las víctimas se crecen, en su propia ceguera. Y Susana, peor aún. Ella fue la que forzó la victoria de Pedro; ella fue la que se lo cargó; y ahora ella pretende, con la ayuda del aparato: “quitaos todos que me pongo yo”. La gestora debería promocionar caras, -libres de estas luchas-, antes del congreso de junio. Seguiremos.

http://juliocasarrubios.blogspot.com

Todo o nada