Últimamente estamos teniendo mucha actividad visitando centros educativos para proponer un nuevo proyecto de emprendeduría en el Área Metropolitana de Barcelona. Algunos de estos centros cuentan con FabLab muy bien equipadas. He aprovechando esta experiencia para proponer a los responsables de mi ayuntamiento la posibilidad de crear una FabLab municipal con una gran aceptación.
En primer lugar, y seguro que, muchos de vosotros os lo estaréis preguntando ¿qué es una FabLab? Para no entrar en detalles, podríamos decir que una FabLab es un espacio de creación e innovación donde personas con ideas y proyectos puedan llevarlos a cabo bajo la supervisión de expertos y con suministros de herramientas y materiales propios de los proyectos a desarrollar. Suelen estar equipados de numerosas pizarras donde se pueden exponer las ideas y pantallas para videoconferencias.
Habitualmente los centros educativos concertados y privados cuentan con estos laboratorios y en contadas ocasiones en públicos. Como no puede ser de otra forma, también las encontramos en universidades e instituciones y centros de investigación.
Pero se echa de menos en instituciones públicas como centros regidos por ayuntamientos, bibliotecas, etc.
Claro está, que desde GavaLab propongamos a los ayuntamientos estos equipamientos no quiere decir que la gestión y equipación corra a cuenta de esta u otra institución privada, solo debemos proponer la idea y a partir de ahí sea el consistorio el que se encargue del resto.
Desde las entidades privadas podemos dirigir en cierto modo estos espacios. Pero el protagonismo tiene que ser compartido. No podemos decir que GavaLab ha montado una FabLab en Valdepeñas, por ejemplo. Más bien deberíamos presentarnos como colaboradores del Ayuntamiento.
¿Y qué pasa con los centros educativos? Otro error, bajo mi modesta visión y experiencia, es limitar a un ciclo educativo el uso de estas FabLab. Es verdad que en Secundaría nos encontramos el mayor número de proyectos tecnológicos. Pero parece ser que no está muy extendida la idea que muchos alumnos de Primaria tienen ideas geniales que se podrían desarrollar en estos espacios.
Sin ir más lejos, esta semana hemos lanzado en el Parque del Mi·lenni de Gavà 10 cohetes químicos con alumnos de 4º de Primaria. Algunos de ellos presentaron fallos estructurales y no salieron como estaba previsto. La novedad en estos cohetes es que cada uno contaba con “5 motores”, es decir, 5 botellas cargadas de bicarbonato y ácido acético. Los que fallaron fueron motivo de discusión en una improvisada clase en el bonito auditorio Marc Grau situado en medio de las montañas de Gavà. En el brainstorming generado gracias a esta reunión salieron ideas geniales. Incluso muy próximas a conceptos reales de ingeniería aeroespacial. Simplemente quedaría modelar estas ideas adaptándolas a los cánones de ingeniería. Pero necesitamos un espacio para poder desarrollarlas…una FabLab.
Imaginad que podría salir de los colegios desde estas instalaciones. No se trata de un laboratorio clásico, se trata de un lugar de creación e innovación donde todas las ideas se debaten, se aceptan o eliminan y luego se llevan a la práctica.
¿Os imagináis que Valdepeñas contará con un espacio público de creación e innovación y que a su vez, también todos los centros educativos?
