En cuanto al análisis de restos con Carbono-14, ha sido realizado por el profesor Gilberto Calderoni, del Departamento de Radiocarbono del Laboratorio de Ciencias de la Tierra de la Universidad de la Sapieza en Roma, Italia. Las primeras muestras que analizó para su datación de los dos esqueletos hallados en el año 2010 en el Cerro de las Cabezas. El Carbono-14 dice que los cuerpos, de los que ya se supo gracias a su estudio en la Universidad Autónoma de Madrid que tuvieron una muerte cruel, son del año 244 a.C., con un margen de error de más menos 40 años.
Otros restos encontrados en otras excavaciones han determinado sus fechas en el año 154 a.C, (en el siglo II, fecha de abandono del poblado), en el 134 a.C y en el año 264 a.C. en el caso de una muestra de la última fase de ocupación de la ciudad. “Estas dataciones ya nos han podido ratificar el posible abandono de la ciudad a finales del siglo III o principios del II a.C”, ha señalado López.
Primer foso defensivo de la época íbera hallado en C-LM
Dentro de estas investigaciones, se ha encontrado un foso defensivo dentro del Yacimiento Íbero. “Es la primera vez que se trabaja y encuentra un foso dentro de lo que es Castilla-La Mancha” ha explicado López, que ha concretado que hasta ahora se conocen datos de otros fosos en la zona de Levante y Cataluña, también uno en Cuenca, aunque pertenece también a otro tipo de ocupación distinta de la íbera.
La excavación realizada ha permitido documentar un tramo de 200 metros cuadrados de foso, en la muralla sur del Yacimiento, que para evitar degradaciones –tanto del foso, como de la muralla- se ha tapado, una vez que ha quedado registrado con fotos y escritos para su estudio.
La tercera parte de las investigaciones dadas a conocer esta tarde es la que respecta a los trabajos realizados mediante el georadar y con tomografía, un método con el que se colocan estacas en los distintos puntos del terreno a estudiar, que se unen con cables y se mojan para que al pasar corriente, se pueda ver la posición de las ondas a través de la tierra y conocer así donde puede haber materiales. El Concejal de Cultura ha explicado que estos sistemas permiten “dirigir” las excavaciones, ya que con ellos “conseguimos atajar e ir más directos a la hora de hacer las excavaciones y no trabajar en un terreno sin saber qué nos vamos a encontrar, con lo cual es un ahorro de tiempo y de costes”.
Todos estos estudios permiten un mejor conocimiento del Yacimiento Íbero del Cerro de las Cabezas y se realizaron entre septiembre y noviembre de 2015, con un presupuesto de 28.958 euros, 10.207 aportados desde el Gobierno Regional y 18.750 por el Consistorio valdepeñero.
