En definitiva, tal y como ha explicado el secretario de la asociación cultural Cecilio Muñoz Fillol, Manuel Velasco, la inauguración de este museo "es el final de un ciclo en el que hemos trabajado mucho durante más de treinta años; es el colofón de un gran trabajo y para Valdepeñas es un hito, además de un acierto que estén aquí juntos don Cecilio y don Rafael Llamazares".
Por su parte, el alcalde de Valdepeñas, Jesús Martín, ha reconocido que este museo "se lo debemos a Manuel Velasco" y ha señalado que el proceso ha sido lento "porque queremos que todo este legado no se pierda en el devenir del tiempo". El resultado de todo este trabajo es "un espacio donde se envuelven los sueños y las angustias de un hombre que, sin duda, hizo a Valdepeñas mejor".
El legado de Cecilio Muñoz Fillol que ahora se recoge en unos archivos físicos y digitalizados en el centro cultural La Confianza se componen de más de 500 documentos entre novelas, teatro, ensayos, artículos publicados en prensa, correspondencia, poesía y reseñas, además de un importante archivo fotográfico. Entre toda su obra caben destacar los poemas dedicados a Valdepeñas y a Despeñaperros, tal y como ha subrayado la encargada de catalogar el archivo de Muñoz Fillol, la bibliotecaria y documentalista María Bernardo. "Me enfrenté a un montón de carpetas llenas de polvo pero con un índice perfecto que había creado Cecilio acerca de todo lo que él había ido escribiendo que es el que me ha servido para poder hacer todo el trabajo", ha explicado.
Durante la inauguración del museo también han intervenido Francisco de Asís Muñoz Alcázar, doctor en Veterinaria, que ha hablado de la faceta de Cecilio Muñoz Fillol como veterinario; Milagros Mondéjar, catedrática de Griego y alumna de don Cecilio, que ha dado lectura a una carta de la presidenta de la asociación Cecilio Muñoz Fillol, María Isabel Bernardo, en la que invita a las generaciones jóvenes a conocer la vida y obra de don Cecilio a través de este museo.
También ha intervenido Eloísa García Verdejo, licenciada en Geografía e Historia y técnico especialista en Arqueología, que ha dedicado sus palabras a la labor de Muñoz Fillol en el mundo de la arqueología. "Fue un docente con mayúsculas, la enseñanza interactiva fue su manera de enseñar y llegó a ostentar al mismo tiempo más de una decena de cargos", ha destacado García.
Biografía
Cecilio Muñoz Fillol nació en septiembre de 1909 y falleció en 1979 en Valdepeñas, donde pasó también la mayor parte de su vida, dedicada, con una pasión poco corriente, al estudio, a la investigación, a la escritura y a la que –a pesar de esa otra profesión, la de veterinario– fue su verdadera vocación: la enseñanza.
Inició sus estudios en la Escuela Pública de Valdepeñas, continua con los de Bachillerato en Ciudad Real y con 19 años es Licenciado en Veterinaria por la entonces Escuela de Veterinaria de Madrid, título al que añadirá el de Licenciado en Filosofía y Letras (Filosofía Pura), obtenido en Murcia. Simultaneó hasta muy pocos años antes de morir, la primera profesión con la docencia en el Instituto “Bernardo de Balbuena”, de Valdepeñas, donde se ganó la admiración de sus alumnos a lo largo de su dilatada vida profesional.
Miembro del Instituto de Estudios Manchegos, de la Comisión Provincial de Monumentos y Comisario de Excavaciones Arqueológicas, este erudito local, que como tal fue nombrado Cronista Oficial de Valdepeñas, llegó a ser Correspondiente de Número de la Real Academia de la Historia. En cuanto a reconocimientos hay que destacar la concesión de la Encomienda de Número de la Orden de Cisneros y el de Hijo Predilecto de Valdepeñas, a título póstumo. En dos lugares emblemáticos de Despeñaperros, se erigieron sendas placas conmemorativas como homenaje permanente, por su dedicación al estudio y exaltación de esta zona de Sierra Morena.
Cultivó la lírica, la narrativa, el ensayo y el teatro. Para dar una idea de su prolífica y variada producción, podemos señalar que escribió 30 obras de teatro (entre ellas un auto sacramental – Itinerario– ), 11 novelas, 30 ensayos (algunos de la envergadura e importancia de Despeñaperros y Metafísica Taurina –publicadas– o Álgia y Estética del Mundo ), unas 260 composiciones líricas (muchas de ellas –como los Salones de Otoño o las Sinfonías de Primavera – dan para un libro) y, entre conferencias, discursos, artículos de prensa y radio, y trabajos de investigación veterinaria, puede haber otras 500 o 600 obras.
