- ¿Cómo ha sido la vuelta de Amistades Peligrosas?
Ha sido una vuelta elegida, decidida, con muchísimas ganas. Ha sido empezar de nuevo, que es lo maravilloso de nuestra profesión y además con un compañero nuevo, Manu Garzón, con el que además de compartir la pasión por la música, compartimos un ideario común. Nosotros entendemos que la música es un instrumento para callar el mundo, desde la música cantamos y contamos el mundo que queremos y las cosas que nos duelen. Con Manu tengo identidad ideológica y también una historia común, que ha marcado nuestras vidas, que es la violencia de género hacia nuestras madres. Para mí es muy importante que el artista tenga una coherencia entre lo que canta y su vida.
- Entonces, adaptarte a tu nuevo compañero musical, ha sido sencillo, ¿no?
Esto no ha sido algo forzado, surgió precisamente porque Manu apareció. Todo cobró sentido cuando aparece una persona con la que tienes una empatía y una afinidad para sacar adelante un proyecto, porque la música no es un trabajo, es una vocación y una manera de expresarte.
- ¿Qué destacarías del disco “El Arte de Amar?
Destacaría la filosofía del disco en sí misma, que en estos momentos convulsos que estamos viviendo, cobra más sentido. El título salió de Lidia Cacho, defensora internacional de los derechos humanos, que fue amenazada de muerte por defender los derechos de las niñas contra los tratantes en México. Una mujer con una vida durísima que siempre habla sin perder la sonrisa y me dijo que cuando trabajamos con gente que está dañada, jamás podemos hacerlo desde el odio o la rabia. En estos momentos, el arte de amar, el apostar por la paz y el diálogo a todos los niveles, son los únicos elementos que nos pueden salvar. El disco habla de eso, de amor en todos los ámbitos.
- ¿Cuál crees que fue el gran acierto de Amistades Peligrosas en su momento?
El gran éxito fue y sigue siendo la diversidad musical. Como no teníamos ningún prejuicio, partíamos del pop, pero le metíamos gaitas, percusión, árabe, africana, instrumentos étnicos de muchos lugares… Eso fue algo original y nuevo. El éxito del artista tiene que ver con la originalidad y la personalidad. El empaste de la voz masculina y la femenina, la sensualidad en las voces y en el escenario y por supuesto, el compromiso. Africanos en Madrid fue en el año 1991 casi un himno y un montón de años después por desgracia sigue estando más presente que nunca.
- ¿Será vuestro primer concierto en Valdepeñas?
No, estuve con Amistades Peligrosas hace mucho tiempo. Conocemos Valdepeñas y va a ser un lujazo actuar allí, porque es un lugar donde la cultura está muy viva, siempre hay actividades culturales, la gente es muy participativa, es un espacio maravilloso para la gente que creemos en la música, y más en estos momentos donde los violentos quieren llevarnos a la tristeza y el oscurantismo. Yo creo que la música, la alegría y el amor, la ciudadanía tienen que salvaguardarlos como un elemento clave contra quienes quieren destruir la vida.
- Tu lucha contra la violencia de género ha llegado a decenas de países para denunciar la situación que sufren las mujeres. De todos los casos que ha conocido y denunciado, ¿cuál es el que más te ha impresionado?
El de Lidia Cacho, en el sentido de persona que sobrevive a una situación terrorífica. Yo hablo siempre de las sobrevivientes, aquellas personas que sobrepasan el papel de víctimas y se convierten en referentes sociales. Recuerdo también en Palestina, con Ana Bella, otro referente en la lucha contra la violencia que como sobreviviente crea toda una estructura de ayuda a las mujeres, para que salgan adelante. No se me olvidará nunca un reportaje que nos hicieron las dos sentadas en la Casa de Acogida, junto a la directora de la casa. Las dos hablaban de la misma historia, habían vivido la misma violencia, una en Andalucía y otra en Palestina, y ambas habían luego ayudado a otras mujeres a salir de esa situación.
- En pocos días se celebra el Día Contra la Violencia de Género, ¿Cuál sería tu mensaje para este día?
Sería doble. Primero un mensaje a las instituciones y al gobierno, para que haya un pacto de estado ya, porque esto también es terrorismo, un terrible terrorismo que ocurre en los hogares de este país. Y luego un mensaje a las mujeres, para que sepan que es posible salir de esto, que hay muchísimas mujeres sobrevivientes. La sociedad tenemos la obligación de rescatar la vida de las mujeres desde un compromiso y un rechazo claro contra la violencia machista. No solo hablamos de las mujeres asesinadas, además en este país se suicidan casi 400 mujeres al año teniendo detrás un cuadro de violencia, mujeres que son llevadas a la muerte sin responsabilidad del asesino y con la más absoluta impunidad. Esto es de una gravedad extrema y no importa, parece que seguimos siendo ciudadanos de segunda.
