La escultura que está situada en el Paseo Luis Palacios muestra en cada una de sus caras la cabeza de un toro, la de un lobo, una escena de guerreros y un Grifo, animal mitológico simbiosis entre León y Águila.
En la inauguración han estado la viuda e hijo del homenajeado, además del alcalde de Valdepeñas, Jesús Martín y el concejal de Cultura, Manuel López.
Martín ha explicado que la escultura nace a petición de la Asociación "Orisos" y está dedicada a este amante de la arqueología porque fue el que redescubrió el cerro y dio la voz de alarma "sino igual el Cerro de las Cabezas no se hubiera salvado de un posible expolio cuando se creó la N-IV". También se ha referido a la ubicación de la escultura "situada en un barrio emblemático de Valdepeñas, que elementos emblemáticos como este lo ponen en valor". De Antonio Marqués ha dicho que "nadie muere mientras se le recuerda y en la medida que estamos aquí por Antonio, él sigue estando aquí recogiendo un poco de lo mucho que nos dio".
Por su parte, la viuda de Antonio, Ángela García-Saavedra Velasco, ha señalado que la pasión de su marido era la arqueología y "la prueba de ello está aquí". Igualmente, ha dado las gracias al Ayuntamiento y a quienes "han colaborado en esto, en nombre mío y de mis hijos", ha añadido.
El concejal de Cultura, Manuel López, ha explicado que se trata de un betilo, uno de los elementos divinos para el mundo íbero, que son tres, situados en el santuario de la puerta norte de la entrada de la ciudad íbera, que servía para protección de la misma.
La pieza es del escultor Máximo González y ha sido tallada en el mismo lugar donde está ubicada. Está decorada con símbolos encontrados en estampillas de cerámica en las que figuran, según ha explicado López "un toro como símbolo de fuerza, un lobo que representa el temor o muerte, una escena de guerreros que mostraban la estructura de la sociedad íbera, situándose en el segundo escalón de la misma, y un Grifo, que es un animal mitológico, mitad león mitad águila".
