Según la presidenta de la asociación de vecinos zona centro, Francisca López Yébenes, se trataba de una actividad conjunta de los talleres de escritura-lectura y costura, como homenaje a las participantes en los mismos.
Por su parte, Victoria Camacho, profesora del taller de Escritura-Lectura explicó como el verbo “tejer” es muy amplio y sirve no solo para coser sino para escribir: “La tela es como la vida y el taller de escritura, muy ligado a la memoria, nos invita a tejer e hicimos una especie de patchwork, que lleva frases unidas a la tela”. Esta experta en literatura recordó como los talleres de costura han sido importantes a la hora de contar historias cuyos finales se han acabado escribiendo y “hemos utilizado palabras que usan las costureras, como hilván, bodoques, ganchillo, pespunte, para crear metáforas como hilvanar la vida, hacer encaje de bolillos, etcétera”.
La profesora del taller de costura, Paquita Moya Corredor, indicó que mientras celebran esta actividad hay mujeres que cuentan sus propia historia que les sirve de terapia: “Cuando mis alumnas vienen al taller lo hacen para coser sus propias ropas pero también es una forma de relajar el espíritu y dejar los problemas fuera, puesto que cuando una cuenta sus preocupaciones ve que no es solo ella la que las tiene, comparte y parece que el problema es más pequeño”.
En total, entre los dos talleres participan cerca de 30 mujeres que ayer mostraban el resultado de las actividades que realizan durante todo el año en esta asociación.
