Hoy viernes 16 de marzo se presenta en el Centro Cultural “La Confianza” el libro “No hay señal” de la escritora y socióloga María Antonia García de León, premio Internacional de Literatura “Virginia Woolf” 2017 . Una obra de poemas que trata más sobre la persona que sobre la sociedad, de la existencia de esa persona, de las luces y las sombras de la vida, entre otros. En Actualidad Valdepeñas hemos hablado con María Antonia, quien lleva muchos años estudiando a la mujer y el poder.
Eres una de las escritoras y sociólogas más prestigiosas de este país y vienes a Valdepeñas a presentar tu libro “No hay señal” ¿De qué va este libro de poesía? ¿Qué quieres mostrar a la sociedad con él?
Gracias por tus elogios. Escribimos para ser leídos y el lector es el que nos da las vitaminas para seguir adelante. Los elogios son la dialéctica, el camino de ida y vuelta que recorre el libro con el lector y este con el autor.
“No hay señal”, es un título como me gustan a mí: desconcertante, tecnológico, que lleva un mensaje filosófico encerrado, y lo digo y lo dice Carmen Azaustre, quien ha hecho el prólogo, y a la que quiero encomiar su labor en este hermoso prologo. Cuando decimos “no hay señal” es que estás admitiendo que pude haber señal. El libro trata más sobre la persona que sobre la sociedad. Habla de la existencia, de cómo vivir es un safari peligroso, de las luces y las sombras de la vida. Empatizo con el estoy aquí y me pasa esto, a ti, a mí a nosotros, es el “yo” poético, que se puede universalizar y que es al mismo tiempo tú y yo, el que me escucha.
Soy socióloga y hay una parte, aunque no es la predominante, en la que me muestro como tal. El lenguaje es poético y crítico, porque ser socióloga es hacer crítica a la sociedad: los tiempos oscuros, una sociedad un poco burda, aborregada, movida por el consumismo y sin gran criterio personal.
En el acto te presentarán las poetas, Teresa Sánchez Laguna y Natividad Cepeda ¿Qué te une a ellas y, por supuesto, a esta tierra?
Estoy muy agradecida a estas grandes poetas, grandes mujeres, a ellas me unen la poesía y la amistad, pertenecemos al Grupo Guadiana de poesía que dirige Eugenio Arce en Ciudad Real y me une esta tierra.
Aunque vivo en Madrid desde los 15 años, pero qué duda cabe que mis raíces están allí en el Campo de Calatrava, en un paisaje que tiene mucha personalidad, como los manchegos, una personalidad discreta y en apariencia sencilla, pero que luego es compleja, como lo era Francisco Nieva, por ejemplo, que también era vanguardista y como él otros muchos.
También me ha gustado mucho el hecho de haber estado en Valdepeñas la exposición “La Mancha al sol”, donde estábamos también unas pocas mujeres escritoras. Para mí ha sido un honor estar ahí.
En 2017 te concedieron el premio Internacional de Literatura “Virginia Woolf” ¿Qué supuso para ti este prestigioso galardón, máxime cuando lleva el nombre de una de las escritoras más reconocidas del mundo?
El galardón me lo concedieron por “No hay señal”, pero también al conjunto de mi obra y es un honor.
Tengo mucho escrito sobre género y poder, por eso ahora que ha pasado el 8 de marzo, que este año ha sido todo un fenómeno social, creo que Virginia Woolf está muy en candelero y, sobre todo, estos temas a los que yo me dedico con pasión. Llevo 30 años de investigación sobre ello y continuo en la actualidad, es un tema apasionante.
Mira tengo un libro de poemas “Casa de Fieras”, que está dedicado a las mujeres en pro de la igualdad, pero también en pro de los hombres, en definitiva, de un mundo mejor.
¿Qué es para ti el Feminismo?, una palabra que lleva a algunas personas hasta extremos que se salen de su propio significado real.
La palabra feminismo ha sido muy maltratada, ahora es cuando se abre paso tras una larga lucha. Muchas mujeres decían soy feminista y los hombres huían de esta palabra, pensaban que las feministas éramos personas agitadoras sin más.
Pero el feminismo, y lo he trabajado académicamente, ha construido un gran cuerpo de conocimiento para hombres y mujeres, y de su comportamiento en la sociedad. Hay que ser frío, ecuánime y reconocer lo que es justo y la contribución del feminismo en la literatura, en obras y en acción social, es una bendición para esta sociedad. No olvidemos, que lo que es bueno para las mujeres, es bueno para el hombre, y sobre todo, como he dicho antes para hacer un mundo mejor.
Eres una firme defensora de la mujer y la igualdad ¿Qué crees que ocurre en la sociedad para que esa igualdad que tanto anhelamos no llegue o llegue a cuenta gotas?
Así es, yo misma me quedo perpleja cuando temas que investigué hace 30 años siguen igual hoy. Se avanza pero muy despacio, porque es un molde ancestral de forma de vivir en sociedad, y estos son difíciles de cambiar de un día para otro, porque conforman nuestra mentalidad. Qué duda cabe, que algo se obtiene, pero la asignatura pendiente de la mujer es el poder, pero el poder compartido con el hombre, no lo queremos todo para nosotras, somos ciudadanos y entre ambos debemos crear la sociedad, sino ésta sería unilateral y quedaría coja e incompleta
Eres Socióloga ¿Qué recomiendas en este sentido (mujer-igualdad) a la sociedad?
Por un lado compartir, por otro lado que la mujer se eduque que tenga una profesión propia que se descolonice del término género, algo que está muy troquelado por la publicidad, por ejemplo.
Los educadores, los padres y la sociedad en su conjunto deberían estar al tanto de la publicidad que se consume, es una tarea difícil el imaginario de género patriarcal, porque somete a la mujer a ser objeto.
En nuestra sociedad se dan cosas tan curiosas como que en las instituciones, por ejemplo, en una charla sobre igualdad ves un gran anuncio publicitario con una mujer objeto, a esto le llamo el efecto Penélope, porque unas instituciones tejen lo que otras destejen, es un paso adelante y otro atrás.
¿Dónde te sientes más cómoda escribiendo: poesía, novela, ensayo o artículos?
Aunque son lenguajes distintos, verdaderamente me encuentro cómoda en todos, porque para mí la idea es la raíz, no tanto la escritura, importa el logos, el conocimiento. Luego se puede revertir aun lenguaje u otro.
Muchos temas que yo he investigado como socióloga luego los he hecho poema, respetando un lenguaje distinto, claro.
¿Háblanos de tus proyectos más inmediatos?
El más inmediato sale ya y es la primera entrega de mis memorias, espero vivir mucho y sacar la segunda y la tercera. Estoy muy ilusionada con este libro que se llama “Años de luz y niebla (contra la conjura del olvido), de editorial Sial, 2018. Es un manuscrito en el que he puesto mucho esfuerzo y me ha supuesto una crisis de introspección, crisis biográfica porque es mirar en mi vida. Estoy deseando que salga a la luz y que todo el mundo pueda leerlo.
Lo presento, junto a “No hay señal”, en la Feria del Libro de Trujillo (Cáceres) el próximo 23 de marzo, también iré a la Feria del Libro de Bogotá, como ves celebrando el bautizo.
En este libro subrayo mucho lo de “contra la conjura del olvido” porque lleva mucho a favor de las mujeres. El problema es que los hombres están más en la historia oficial que las mujeres, porque han ocupado cargos públicos. Las mujeres, al no haber tenido esos cargos, es como si fueran presa de la conjura del olvido, evanescentes. Por ejemplo, el libro habla de mi infancia, juventud y de la transición política en España, que no solo la hicieron los hombres, también estábamos allí las mujeres.
Hay un poema en el libro en el que digo “nosotras estábamos allí”. Es una obra en prosa poética y lleva unos 10 poemas biográficos, también la preocupación del género. Sale con prólogo de una hispanista, catedrática de literatura como es Rosalía Parriego y de un Epílogo de una especialista en Ciencias Políticas como es Olivia Muñoz Rojas.
