sábado. 27.04.2024

Un concierto de percusión al que asistieron más de 100 personas, que pudieron disfrutar de su profesionalidad musical y de un espectáculo donde la interacción con el público y el sentido del humor hicieron las delicias de los asistentes.

Alrededor de las 21:00 horas comenzaba el concierto de percusión que los valdepeñeros Gregorio y Sergio, junto a sus amigos Pablo Sánchez, José Desdentado, Pablo Segui y Carlos Jiménez, ofrecían en el Auditorio Francisco Nieva. Seis jóvenes estudiantes de música en distintos conservatorios, quienes con instrumentos musicales inimaginables consiguieron captar la atención del público desde el primer minuto: escobas, palos, varas largas, el envase de un yogur, su cuerpo, sus manos, el suelo, los pies, cubos de basura, señales de tráfico, batería, teclado. El grupo también contó con la colaboración de Fernando Martín-Peñasco Osorio, también de Valdepeñas y estudiante de música en el Conservatorio de Londres y miembro del Coro Dulcimer.

Gregorio y Sergio estudian percusión en grado superior, Sergio en el Conservatorio de Zaragoza y Gregorio en el de Madrid. Llevan tres años haciendo este tipo de espectáculo y poco a poco van creando un grupo de percusión que surge de la amistad que hay entre ambos: “Llevamos tres años haciendo una especie de audición que surgió por casualidad y que es fruto de lo que hemos aprendido en los distintos cursos en el Conservatorio. Cada año lo vamos perfeccionando más y en este ya somos un grupo”, explica Gregorio.

A pesar de ser ya seis jóvenes los que integran el grupo todavía no tienen un nombre y la música que interpretan son obras para grupos de percusión: “La novedad este año es que el espectáculo es muy urbano, en plan escobas, cubos de basura, todo basado en lo que hace el grupo Stomp, obras que hemos trabajado durante el curso para marimba, caja y maletín”, recuerda Sergio.

Su grupo favorito es Stomp, cuyos espectáculos son una combinación de percusión, movimiento y comedia visual, que utilizan objetos como cubos grandes para hacer música. Para Sergio “cualquier cosa, hasta tu propio cuerpo, puede ser percusión y para hacer música con cualquier objeto hay que saber ordenar bien los sonidos y poder darles forma, hay que saber cómo sacarle ese sonido al objeto”.

Ambos hablan de su futuro y este verano Sergio, que cursa tercero del grado de Percusión en Zaragoza, cuenta que se marcha a Alemania con una orquesta durante parte de agosto y hasta el 7 de septiembre. Gregorio, que está en cuarto curso, ya ha estado este año de Erasmus y se queda en Valdepeñas.

Las salidas al grado de percusión son variadas y va desde solista de percusión, grupo de percusión, orquesta sinfónica, docencia, batería hasta orquestas de verano.

El espectáculo de Gregorio, Sergio y sus amigos, gustó, no dejó indiferente a nadie, jóvenes, adultos, niños, todos apoyando a estas jóvenes promesas del ritmo que además, con gran sentido del humor y una puesta en escena profesional, supieron arrancar aplausos y sonrisas entre los asistentes.

Más de 100 personas disfrutaron del concierto de percusión de Gregorio y Sergio donde...