Para Candelas se trata de una pieza a la que le tiene especial cariño puesto que “ayudé a sacarla con mis propias manos de un granero encontrado en el yacimiento íbero del Cerro de las Cabezas”. Considera esta experta que 2015 será un año “maravilloso” puesto que “empezamos con mucha fuerza y con una pieza carpológica como es esta muestra de cereal, parte de leguminosa y parte de planta sinantrópica, que encontramos en los campos y que crecían cerca de las plantas cultivadas, una muestra carbonizada que ha llegado hasta nosotros después de 2.300 años”, añadió.
Según Candelas es probable que esta pieza haya llegado hasta nuestros días, en el ámbito mediterráneo, debido al proceso de carbonización que sufrió.
Científicamente y divulgativamente es una pieza que esta experta considera “muy potente” porque se tiene el análisis de laboratorio de paleobiología, que explica qué plantas son, que variedades y ello supone datos magníficos para reconstruir el paisaje, la alimentación, forma de vida, sociedad, entre otros: “Pocas veces hay una pieza que de tanta información arqueológica como es esta muestra de cereal y el hecho de que sea materia orgánica la hace especial”, explicó Gema Candela, quién también habló de la molienda, una tarea asociada al cereal, tarea doméstica e invernal que se llevaba a cabo en el ámbito de la casa: “Hoy vemos la tele comiendo, con la calefacción, calentitos. Entonces, pasaban más tiempo en la casa porque todo esto no existía, las tareas recluían a la familia en casa, sobre todo a la mujer y todo esto tiene que ver con la molienda y las características de los molinos. La pieza es la cebada pero los molinos y la molienda son muy importantes para la transformación del cereal”.
La veza es una leguminosa que aparece en un 1,9% de proporción y hay un 97,6% de cebada en esta pieza, pero que no ha sido documentada en toda la Edad de Hierro, solo en el Cerro de las Cabezas de Valdepeñas. Es un tipo de leguminosa de la que se piensa que es cultivada y que hace pensar que la cebada era destinada a forraje e incluso para alimentarse.
Las plantas sinantrópicas como malvas, avenas locas, amapolas, entre otras y que hoy en día vemos en los campos, también existían hace 2.400 años.
