jueves. 28.03.2024
CULTURA

Pedro Tornero: “No importan las veces que te caigas, importan las que te levantas”

Pedro Tornero Ferrón nace en Albacete en 1952, aunque lleva muchos años viviendo en Valdepeñas, se considera valdepeñero de adopción. Con 28 años fue presa de una depresión, de la cual salió y tras su experiencia decidió que debía escribir un libro para ayudar a quienes “dejan que la depresión corte sus alas”. En advaldepeñas hemos entrevistado a Pedro Tornero, quién con “Desde mi Atalaya” ofrece la oportunidad de volar hacia la libertad rompiendo las ataduras de la depresión.

 

Escribes “Desde mi Atalaya” después de la depresión ¿Porqué?

Cuando sales de la depresión te encuentras en un mundo que no es el mismo, te has librado de tus ataduras y en mi caso me planteo escribir un libro para ayudar a los demás que están viviendo eso que yo viví.

¿El prólogo es de una de las doctoras que te trató?

Si es de la doctora Pagador, cuando acabé el libro se lo envié, lo leyó y me lo devolvió con el prólogo ya escrito

¿Por qué se llama Desde mi Atalaya?

La atalaya es el punto más alto desde el cual ves todo, en este caso los momentos más duros, y te das cuenta que no perteneces a este mundo. Consideras que tu ciclo ha terminado en la tierra, es como si fuera un monte desde el cuál  ves lo que es la vida, y piensas que no es nada, que hay rencores, envidias.

¿Y ahí es cuando decides poner punto y final?

Precisamente en el libro hay un capítulo que se llama así, “el punto y final”, donde explico que no necesito nada, ni siquiera la ropa que llevo puesta. El libro no es negro por casualidad, es negro porque todo lo ves de ese color.

La foto de portada ¿Dónde está hecha?

Desde el campanario de la Asunción, desde ahí se divisa todo Valdepeñas, la hizo mi hijo. Desde ahí ves todo ese mundo que te rodea.

Salir de una depresión no es fácil ¿Cómo lo consigues?

En la depresión cuando tocas fondo o decides salir o se acabó. Otro de los capítulos del libro “conversación determinante” cuenta cual fue el detonante para que yo saliera de la depresión, tienes que dejarte ayudar y querer hacerlo. Para mí Dios, mi familia y los médicos fueron los que me ayudaron a salir, yo también quise hacerlo.

¿Qué consejos podemos leer en este libro?

Desde mi experiencia aconsejo ir a un especialista, alguien que te entienda y contarle toda la verdad, con todas las consecuencias. También tienes que querer salir de la depresión, debes ser consciente de ello, sino no vas a ningún lado. Hay que dejarse ayudar. Si yo estoy en un pozo y quiero salir, me echan una cuerda, me agarro y salgo, sino ahí me quedo. Pues esto es lo mismo.

¿Cuál es el perfil del lector de tu libro?

Yo distingo dos, el que lee el libro por criticarlo, y el que lo lee como la solución a su problema.  Hay gente que va a por el libro a mi casa, que es donde se puede conseguir, y te pide ayuda directamente e incluso ves como evolucionan, creo que es un libro muy positivo.

Has editado 1000 libros de “Desde mi Atalaya” ¿Cuántos llevas vendidos?

Unos 250 ejemplares. Yo lo considero terapia, no comercio, porque hay gente que te dice: “tu libro me está ayudando mucho”. Ahí es donde el objetivo principal del libro se cumple y yo me doy por satisfecho porque sé que he ayudado a esas personas que lo necesitan. El libro solo cuesta 5 euros.

¿Qué viste desde tu Atalaya para así salir de la depresión?

Cuando estás en lo alto miras hacia abajo y ves a tu mujer llorando, a tus hijos, y piensas: ¿Qué estoy haciendo?, y es cuando decides que tienes que salir de la depresión, por ellos. Cuando estas con depresión no importan las veces que te caigas, importan las que te levantas.

¿Hay quien piensa que la depresión es un capricho?

No es así, y yo siempre digo: “quién no haya bebido del vaso de la amargura, que no opine sobre su sabor”.

¿Tienes miedo de volver a caer?

Sí, pero ya tengo la experiencia de haber salido y querer hacerlo.

¿Has escrito más libros?

Si, el primero fue “La Esperanza de un Sueño”, una historia inventada que no tiene nada que ver con la depresión. Ahora estoy con “El Payaso Pi”, cuyo tema es que no hay personas malas, todo el mundo es bueno, no hay clases sociales y todos se desviven por ayudarse.

 

Pedro Tornero: “No importan las veces que te caigas, importan las que te levantas”